En la tarde de ayer, en la Casa Cultural Pepa Noia, se llevó a cabo el conversatorio “Rock y Dictadura, en el marco de las actividades del Mes de la Memoria de la CTA Capital, con la participación de Mariano Nieva, historiador y periodista, y Claudio Kleiman, periodista, músico y escritor. El encuentro terminó con un set acústico con algunas de las canciones prohibidas por el régimen militar.
* Por Valeria Garay
La apertura de la charla estuvo a cargo del periodista Mariano Nieva, quién hizo mención del contexto que se estaba viviendo en ese momento, con una concentración de las y los compañeros de Cultura en el Cine Gaumont y la posterior represión de la Policía de la Ciudad: “Muchas gracias por la invitación a participar de este ciclo. Este es un 14 de marzo muy particular, porque es un día de mucha lucha, de mucha movilización. Hoy hay un paro en todas las universidades públicas del país, está habiendo un abrazo al cine Gaumont en el centro, porque también hay un intento de cerrarlo, de venderlo, de vaciarlo. Además, desde acá quiero mandarle un abrazo en solidaridad a las compañeras y compañeros de Télam, que también están en lucha. Y queremos homenajear a Jorge Dorio, periodista, historiador, que ayer nos dejó.”
Dichas estas palabras, Nieva presentó a Claudio Kleiman y le consultó cómo fue la experiencia del Expreso Imaginario, revista de periodismo contracultural, lanzada en agosto de 1976, cuando la Dictadura Militar ya estaba en el poder. “La salida del Expreso se demoró unos meses, porque ya estaba lista para salir y de repente vino el golpe militar. Se esperó un poco para ver cómo venía la mano, que venía horrible. Pero ahí arrancamos”.
Luego de una breve contextualización del momento en que nace la revista, Nieva preguntó: “Y del rock argentino en ese momento ¿Qué nos podés contar?”. “Mucha de la gente del período 73-75 se va y hay como un reagrupamiento. Charly García arma la Máquina de hacer pájaros, que eso fue como muy pegado al Expreso, porque en el primero o segundo número ya había notas sobre la banda. Por otro lado, se había separado Sui Géneris, entonces aparece Nito Mestre y los Desconocidos de siempre, y también, la banda de apoyo de Sui Géneris arma Polifemo. Se van reconfigurando los músicos que quedaron en el país”, explicó Claudio Kleiman.
“Ir a un recital de rock era un acto militante. Salías de tu casa y nunca estabas seguro de si ibas a volver, o por lo menos si ibas a volver esa misma noche. Pero era también como decir ‘estamos aquí’. Acá es un momento cultural interesante y postivo. Una imagen muy común de esa época era que los tipos agarraban alguno de los bondis que pasaban por Obras, lo vaciaban, lo ponían de culata en Obras y vos salías del recital y te subían al bondi. Pero la verdad es que hay que sacarse el sombrero con nuestros músicos de rock, especialmente con los de ese período, porque hicieron el aguante con mucha dignidad y mucha entereza, porque ahí la vida no estaba garantizada”, recordó Kleiman luego de que Mariano Nieva le preguntara ¿cómo era la relación de fuerzas entre un recital de rock y la policía?
Al finalizar la charla, que tuvo formato de entrevista y que recorrió la historia del rock a lo largo de la dictadura y primeros años de democracia, se abrió el micrófono para que las compañeras y compañeros presentes también pudieran hacer preguntas.
Para cerrar, Claudio Kleiman ofreció un recital acústico cantando algunas canciones de las que fueron prohibidas por el régimen militar y contando una breve historia de cada una.
“Qué lujo enorme que además de poder charlar y compartir las experiencias y los conocimientos sobre esa época, terminar con este recital con canciones que algunas conocíamos y otras no, muchas gracias”, expresó sobre el final Daniela Rodriguez, secretaria de Formación de la CTA Capital y miembro de la Comisión del Mes de la Memoria. Por su parte, Nicolás Rodriguez Saá, secretario de Cultura de la CTA Capital y parte de la organización de la actividad, propuso sacar una foto con una bandera que llevaba la consigna “Memoria Verdad Justicia”.