La criminalización de la protesta social, incluyendo tanto las detenciones arbitrarias como la apertura y sostenimiento en el tiempo de causas penales contra los manifestantes, ha sido en los últimos 20 años una de las formas de represión más utilizadas. En algunos casos lo es como paso previo a la represión abierta, directa, y en otros, articuladamente con ésta. Daniel Jorajuría, secretario Gremial de la CTA Autónoma analiza la grave situación que atraviesa el sindicalismo en la Argentina, particularmente sus dirigentes.
* por
En lo que va del gobierno de Mauricio Macri ya cuenta con la detención arbitraria de al menos 337 personas por su participación en protestas sociales, en alrededor de 43 hechos producidos por las fuerzas de seguridad, y con el 77% de las causas penales apuntadas hacia dirigentes y referentes de las organizaciones sindicales y sociales.
El hilo conductor se repite en la mayoría de los casos: Armado de causas penales, quita de fueros sindicales, y luego despidos.
-¿A qué se debe esta avanzada en el país en cuanto a detenciones ilegales y armado de causas penales a dirigentes gremiales y sociales?
Estamos asistiendo a una misma política, tanto del gobierno como de las empresas, tratando de disciplinar a los trabajadores en etapas donde hay que fijar paritarias y salarios. Todo tiene un mismo hilo conductor que es: realizar causas penales a trabajadores, para sacarles los fueros sindicales, para luego ser despedidos y terminar con la distribución de la riqueza que están haciendo ellos en la región. De esa manera poder concentrar mas la riqueza contra los trabajadores.
-Esta situación se ve replicada en todo el país…
Si, en Salta hay un secretario General que tiene 48 causas judiciales contra su persona. Es el secretario General mas joven de la zona y es el que tiene los salarios mas altos de todos los ingenios, el hilo conductor es siempre el mismo: tratan de disciplinar para poder concentrar mas la riqueza contra los trabajadores. Los azucareros de Salta y Jujuy que han conformado la Federación Azúcar Regional (FAR-CTA) tuvieron que dar una política de organización, de salario, de negociación colectiva y de lucha, lo que llevó en algunos casos hasta mas de treinta días de pelea. Están peleando contra personas muy perversas, contra grandes multinacionales.
—La situación se replica en otras provincias.
No es diferente a lo que está sucediendo con los compañeros de ATE y la CTA Río Negro, con métodos increíbles, porque lo que sucedió con el compañero Aldo Capretti, quien fue sacado por personal particular sin orden de detención de su propia casa, delante de su familia, es prácticamente un secuestro. Con métodos como estos podemos afirmar que está en peligro la democracia. Sabíamos que este gobierno no iba a poder cerrar el ajuste y el traspaso de riquezas sin represión. Y para eso tenía todo un plan. Empezó con los despidos masivos de trabajadores del Estado, para disciplinar a la clase. Después intentó flexibilizar la legislación del trabajo, el chantaje de salario versus ganancia que nos querían imponer y nuestra central no aceptó.
-¿Cuál es el futuro próximo en el país con la postura represiva del Estado?
No va a haber paz social en la Argentina. Están provocando un clima en el que nosotros no estamos dispuestos a retroceder un paso. Ellos saben que nuestro pueblo no se va a entregar a esta política y a estas decisiones.
Fuente: Matías Blanco Panno; www.ctabuenosaires.org.ar