Del 1 al 7 de septiembre, las urnas se extienden por todo Brasil llamando a millones a una consulta popular por una Asamblea Constituyente.
El referéndum es parte de la acción práctica y coordinada pasado ese momento de masivas protestas populares, respecto a la agenda que unificó la mayoría de los grupos que salieron a las calles en las protestas del 2013 entre las más destacadas las luchas por el boleto del transporte.
Sin embargo, la falta de mecanismos efectivos de participación de la sociedad civil en las decisiones más importantes del país y el sentido de la no-representación en la estructura del sistema político siguen presentes.
Para este análisis que los movimientos sociales, sindicatos, organizaciones populares, partidos políticos de izquierda, grupos y asociaciones identificaron la reforma del sistema político como un programa de organización del descontento popular.
Reforma que se basa en tres aspectos fundamentales: poner fin a la influencia determinante del poder económico en el proceso electoral, poniendo fin a la financiación empresarial de las campañas electorales y la actividad política en general; la ampliación de los instrumentos, mecanismos y espacios de control social y la participación directa de la población; y mecanismos para asegurar la participación de las mujeres, los negros / as, indígenas, jóvenes, LGBT y los sectores populares en el sistema político.
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