Cuando le avisaron que su hijo Gustavo había sido secuestrado, Norita no dudó un segundo y salió a buscarlo: lo primero que hizo fue ir a la Catedral de Morón, lo segundo, ir a la comisaría zonal. Cuando los militares negaron sus crímenes, con su marido, se acercaron a los organismos de Derechos Humanos que …
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