Soberanía sobre nuestros cuerpos, nuestros territorios, acceso a la tierra y la vivienda, sostenibilidad de la vida y el hábitat, democracia con justicia social e igualdad, equidad en el acceso a los cargos de decisión, presupuesto para poder ser libres de violencias, entre tantos otros, fueron los ejes más importantes que se debatieron y aportaron ayer, en una reunión virtual, organizada por la Secretaría de Géneros de la CTA Autónoma, de la que participaron compañeras y compañeres de todo el país para que el Manifiesto por la Soberanía, el Trabajo y la Producción, tenga perspectiva de géneros. “Es con nosotras y nosotres”, que celebraron las presentes al terminar la reunión.
Coordinada por Silvia Bergalio, la reunión contó con más de 80 participantes de sindicatos y organizaciones de la Central de todo el país (Secretarias de Género de las CTAA provinciales y referentas de género de nuestros gremios).
El encuentro comenzó con el saludo y la apertura de Silvia León, Secretaria de Géneros de la CTA-A y dirigente de ATE Nacional: “La idea es transversalizar el feminismo de manera integral, no podemos pensar una propuesta de transformación del sistema como un agregado de elementos sino desde un abordaje sistémico. Es pensar lo productivo, comprendiendo el trabajo de las mujeres como red de sostenimiento del sistema. Poniendo en el centro la sostenibilidad de la vida en contraposición de la mercantilización de nuestros cuerpos.» Como ejemplo de ello planteó la violencia laboral sobre las trabajadoras de tareas esenciales y de casas particulares así como la sufrida por les trabajadores del Ingenio Ledesma. Tenemos que “construir un mundo que sea habitable, desarmando los nudos de desigualdad que atraviesan a las mujeres y a las diversidades”.
La secretaria General Adjunta de la CTA Autónoma y de CONADU Histórica, Claudia Baigorria, saludó a las compañeras presentes, al tiempo que celebró la iniciativa de la Secretaría de Género por abrir la discusión en clave de género y diversidades del Manifiesto por la Soberanía, el Trabajo y la Producción, de cara a la realización de nuestro Congreso Extraordinario el próximo lunes 31 de agosto. “Es una necesidad introducir esta perspectiva, tal como se viene manifestando en todos los encuentros regionales de la CTAA y como reafirmaron todas las organizaciones firmantes del Manifiesto que estuvieron presentes en el Plenario que realizamos el pasado sábado 22 de agosto. De este encuentro saldrá la opinión federal de las mujeres y diversidades de nuestra Central”, manifestó.
La coordinadora de Ellas Nacional, organización recientemente incorporada a la CTAA, Loly Aimar señaló que para usar la palabra igualdad tenemos que empezar desde la base, “comenzando por salarios igualitarios entre mujeres y varones. Otros problemas son las asignaciones embargadas y cuando un monotributista no paga antes del 10, esa asignación no llega a su destino, que es a lxs pibxs”.
Ivanna Delelisi docente y dirigente de la CTAA de Tierra del Fuego destacó que es urgente contar con jardines materno-paternales para que las mujeres que tienen que trabajar fuera de su casa, puedan tener un espacio de cuidado para sus hijes: “es necesario que esta política se generalice en todo el territorio de manera eficiente”. Y es que las tareas de cuidados recaen mayoritariamente sobre las mujeres y eso hace que no sea igualitario el acceso a cargos de decisión, entre otras cuestiones. También planteo la urgencia de nacionalizar la exigencia y cumplimiento del cupo laboral trans.
Alicia Parodi, dirigente de La Rioja, agregó que las mujeres venimos luchando por construir una Central anti patriarcal, “sin embargo las compañeras no pudimos estar en la elaboración de este manifiesto. Es por esto que tenemos que profundizar nuestro trabajo en la organización. Este manifiesto tiene un carácter “universal” que nos invisibiliza, somos una parte importante en la calle, en la organización”.
Tanto Parodi, como otras compañeras subrayaron que en esta pandemia, las asimetrías se pusieron en evidencia con más tensión: «la feminización e infantilización de la pobreza y el trabajo invisibilizado del Cuidado con políticas integrales de co-responsabilidad y generación de trabajo genuino deben ser tenidas en cuenta en el Manifiesto», señalaron. Así como se debe fortalecer el trabajo sindical en igualdad de oportunidades, la perspectiva de género en las negociaciones colectivas, promover la igualdad de géneros en todos los sectores productivos, contar con estadísticas confiables, promover la igualdad y la equidad de la mujer y las diversidades en los espacios de decisión, planificación y actividades en general.
Debate federal
Pamela Mackein, Secretaria de Géneros de la seccional Norte de CTAA San Luis, y Melina Zocchi Dirigenta de ATE Catamarca, ambas trabajadoras de Agricultura Familiar, elaboraron un documento detallado sobre las cuestiones que a su criterio deberían estar presentes y que pusieron a disposición para el debate. Los ejes centrales de la mirada son: el manifiesto es productivista, desarrollista y extractivista, falta una crítica a la deuda y su impacto sobre las mujeres. Falta perspectiva feminista, ya que los feminismos hacen eje sobre la vida y la relación de los bienes comunes. Las compañeras historizaron el concepto de soberanía alimentaria y destacaron que en ese punto, el rol de la mujer campesina es fundamental.
Mercedes Cabezas, Secretaria de Organización de ATE Nacional contó que “venimos discutiendo la falta de la perspectiva feminista. Es necesario profundizar la implementación de la ILE, la del convenio 190 de OIT, un plan federal multisectorial para erradicar las violencias de géneros, un piso de acceso a la tierra y a los bienes comunes, la garantía del Estado de Derecho a la identidad autopercibida, la soberanía sobre nuestros cuerpos, entre otros puntos”.
Esta reunión fue la primera para Lucía Di Pascuale, del Sindicato de buzo/as profesionales, quien destacó la necesidad de contar con soberanía marítima: “las mujeres no formamos parte de quienes trabajan en los barcos. Habría que incluir algún cupo que garantice la presencia de las mujeres en estas tareas, no tenemos ni siquiera ley marítima, estamos expuestas a patronales extranjeras”.
Eva Koutsovitis, del Frente Salvador Herrera de CABA dijo que “es necesario transversalizar la perspectiva de géneros en todo el documento, pero en particular la gratuidad y la universalidad en el acceso a los servicios públicos. Las barreras de acceso al agua potable implica para mujeres y disidencias imposibilidad para la autonomía. En nuestro territorio más del 90% de la población es urbana y ninguna de las políticas habitacionales tiene perspectiva de género. Los centros urbanos están sufriendo un proceso de aniquilanizacion con especial énfasis para las mujeres y diversidades, para eso es necesario pensar políticas habitacionales con perspectiva de género”. Y subrayó que el 85% de los hogares ’monoparentales’ son en realidad ’monomaternales’.
Olivia Ruiz, Secretaria de Previsión Social de la CTA Autónoma Nacional e integrante del Centro de Jubilados y Jubiladas de ATE señaló que “a nosotres nos atraviesa transversalmente la situación de desigualdad porque cuando analizamos las situaciones de conflicto de adultos mayores vemos que siempre lo sufren mucho más las mujeres como consecuencia de la falta de aportes durante la vida laboral (jubilaciones más bajas para mujeres). Junto con les niñes, les adultes mayores somos les más complicades durante la pandemia y el ASPO. Hay que incluir un capitulo en el primer ítem del manifiesto donde se exponga que todes les trabajadores van a sufrir luego de la edad laboral, la precariedad”.
La Soberanía Comunicacional fue otro de los aportes. Mariana Mandakovic, Secretaria de Comunicación de la CTAA y Secretaria General del Cispren y Gremial de la Fatpren dijo que “el manifiesto es un punto de partida” y señaló la necesidad de democratizar los medios de comunicación en los que la mayoría de conductores y editores son varones: “es un lugar de disputa, porque disputamos el sentido”, concluyó.
Ayelen Martínez, Secretaria Adjunta de ADUF (Tierra del Fuego), y co-Directora de Género y Diversidades de la CONADU Histórica dijo que “hay que disputar el lenguaje porque hoy en día sigue siendo muy androcéntrico. Debemos nombrarnos a las mujeres, a las disidencias. El 54% de los barrios populares tienen jardines a más de 1 kilómetro, algo similar ocurre con los hospitales, debemos exigir acceso a la vivienda digna para la comunidad trans y cupo laboral trans”.
Claudia Barrionuevo, Secretaria Adjunta de la CTAA Chubut agregó que “es indispensable que se inste a contribuir con políticas concretas para el cupo del 50% en todas las organizaciones. Sumar las energías limpias (eólica, solar) que no están en el manifiesto”. Nelly Rovera, Secretaia de Géneros de la misma provincia opinó sobre la necesidad de remarcar en el documento el concepto de desarrollo extractivista, que destruye la tierra, la vida: “No estamos dispuestas a entregar esa riqueza para que se llenen de plata los bancos, así como la necesidad de marcar las deudas de la democracia: subsistencia de políticas extractivistas, vaca muerta como violaciones a los derechos humanos”.
Viviana García, Secretaria de Cultura de la Central, dirigente de la FeSProSa y de la ISP señaló: “El manifiesto no tiene perspectiva de géneros, no sólo porque lo hicieron hombres. Centralmente es un manifiesto Productivista, Neo desarrollista, extractivista, que se contrapone totalmente con el feminismo que es anticapitalista, antiextractivista, entre otras cuestiones”.
Laura Kniznik, Docente Universitaria, Directora de Género y Diversidades de la CONADUH dijo que “es necesario contar en todas las áreas de trabajo con medidas para que las mujeres puedan permanecer en sus trabajos (licencias, protocolos, espacios de cuidado)”. En su doble condición de trabajadora de ATE CONEA, agregó que “hay áreas feminizadas, con menores salarios y funciones (administrativas), áreas masculinizadas, donde predomina el machismo, acoso, abusos y discriminación”.
Leonor Cruz, Secretaria de Género de la CTAA de Tucumán, e integrante de la FeNaT dijo que en el Manifiesto “no están las disidencias, no están representados nuestros debates y deben aparecer de cara a la construcción de un nuevo modelo sindical. El modelo productivo debe ser inclusivo. Si las compañeras de los comedores tienen que estar en un comedor para comer, no hay soberanía alimentaria; si la comercialización y distribución de la logística familiar no es pensada de otra manera, no es soberanía alimentaria”. Y señaló que “el acceso a la vivienda ni siquiera depende de estar asalariada, y están atravesados por una cuestión de clase. Observar qué pasa con las mujeres en los barrios cuando sufren violencia de géneros, deberían ser la prioridad en la adjudicación de las viviendas. La deuda es con nosotras, por eso estamos pidiendo una vida que merezca ser vivida”.
Alicia Meynard, Secretaria de Géneros de la CTA Buenos Aires señaló: “Entendemos que los feminismos son populares, el de las mujeres, migrantes, diversidades, villeras. Es necesario incorporar la perspectiva de la economía popular, la de las barriadas, que organizan ollas en el medio de la pandemia y la economía feminista. Es necesario ponerle fin al patriarcado, al imperialismo, al racismo, a la violencia. La soberanía económica también tendría que incluir a las tareas de cuidado, la soberanía de la justicia, no sólo para los privilegiados”.
Liliana Leyes dirigente de CTAA y ATE Rosario, agregó: “Es necesario que se construya un aporte desde la economía feminista. El manifiesto está pensado sobre un sujeto universal, sujeto que no existe”.
Clarisa Gambera, Secretaria de Géneros de la CTAA CABA y Directora de Género de ATE Nacional, dijo: “Es necesario que se incluya la deuda como condicionante estructural, que nos condiciona a un modelo extractivista, es un modelo de acumulación por desposesión. La deuda es pública y es privada, es deuda doméstica, nos endeudamos las asalariadas y las trabajadoras de la economía popular. Nos endeudamos para pagar alimentos y servicios”.
Anahí Orellano, de La Josefina, Organización Territorial de Tierra del Fuego, recientemente incorporada a la CTAA, señaló la necesidad de pensar el rol de los y las jóvenes en la distribución del trabajo, en la discusión del país.
Daniela Rodríguez, Secretaria de Formación de la CTAA porteña dijo: “Se habla del fenómeno de globalización del capital, pero no menciona cómo las niñeces, las mujeres, diversidades, migrantes, originarias, fuimos cada vez más pobres. Hay que sumar el lenguaje inclusivo además de escribirlo de un modo más sencillo. No hay soberanía política si buena parte de la clase no contamos con autonomía de nuestros cuerpos, por eso es urgente que el aborto sea legal, seguro y gratuito. El cupo, los cupos son el piso y no el techo”.
Olga Reinoso, Secretaria General de la CTAA santacruceña, sumó: “dijimos con altura y debate político que en ese manifiesto no estábamos reflejadas. El impuesto de las grandes fortunas, hay que sumarle las políticas de Estado de géneros y diversidades para la igualdad y el acceso para todes. Cuestionar el modelo de desigualdades que genera la feminización de la pobreza. Soberanía de los territorios con mirada de los pueblos originarios”.
Sonia Kopprio, Aecretaria General del Sindicato de Trabajadoras de Casas Particulares de Río Negro y Neuquén y Secretaria Adjunta de la CTAA de Río Negro contó que “en esta pandemia la situación es muy preocupante y angustiante, fuimos a trabajar sin protocolos y fuimos maltratadas por otras mujeres empleadoras. Tenemos compañeras en la pobreza total, sin trabajar no pueden llevar el pan a sus hijos”.
Al momento del cierre, Silvia León felicitó a todas las compañeras por las tres horas de tan rico debate, con el compromiso de diseñar un documento-síntesis con todas las ideas fuerza que surgieron del plenario para presentar ante el Congreso, e invitó a seguir profundizando los debates en el seno de nuestra CTAA desde nuestra militancia y perspectiva feminista.
Del mismo modo, Claudia Baigorria destacó lo importante de la iniciativa y los aportes al manifiesto, que hasta hoy carecía de una perspectiva de géneros y diversidades. Por eso este encuentro fue fundamental, porque trajo propuestas para todos los puntos de un manifiesto que entendemos no es un punto de llegada, sino el punto de partida para este momento tan difícil que estamos transitando por la pandemia. Las principales víctimas de este capitalismo somos las mujeres y las disidencias. Por eso es indispensable que el manifiesto contemple la soberanía sobre nuestros cuerpos, la Ley Micaela en los sindicatos, el cupo laboral trans, soberanía integral de un modelo productivo basado en el respeto a la vida”.
Estuvo presente también Cynthia Pok, Secretaria de Formación de la Central. El encuentro terminó con la convicción de que los debates, las propuestas y nuestra CTAA “es con nosotras y nosotres”.
Fuente: ACTA | www.agenciacta.org