“Como símbolo del amor romántico». Así conmemora el gobierno de Cambiemos el 14 de febrero, con una bandera de Romeo y Julieta colgada desde las ventanas de Casa de Gobierno.
Por Ana Romero*
Consternación.
A contramano de la historia, una imagen que retrata un período. Cambiamos futuro por pasado. El oscurantismo medieval disfrazado de celebración romántica industrializada.
Nos quedamos por unos segundos sin palabras, indignadas, pero redoblamos la apuesta para salir a prender fuego en la hoguera lo que queda por doler.
Nosotras aprendimos, deconstruimos, destruimos para volver a construir; porque nos duelen las pibas que asesinan en nombre de ese “amor romántico”, que hoy enarbolan como símbolo en la casa que se supone es de todxs.
Indigna. Nos estrujamos de rabia. Parece una burla a nuestros dolores por las que ya no están, por las que la violencia machista nos arrebata bajo el paradigma de ese “amor romántico”.
Indigna. Da rabia. Parece una burla a nuestras luchas por cambiar no solo la historia, sino las normas, el sentido común, el lenguaje cotidiano, los micromachismos que posibilitan violencias mayores.
No señores del mal gobierno, no es inocente, no es una cosa menor. Nos están matando en nombre de ese símbolo, de esa bandera, de ese “amor romántico” que hoy ustedes saludan.
El conjunto de mitos que ese concepto encierra sobre el “querer”, implican exclusividad, celos y micro violencias que nos han oprimido a lo largo de la historia. La violencia de género se ha justificado y construido también en este tipo de “amor”, que invitó por mucho tiempo a las mujeres a “soportar” todo tipo de abusos, maltratos y explotación.
“Genera desigualdad, lazos de dependencia y propiedad, así como privilegios e inequidad que generan frustración, sufrimiento y daño”, dice Lagarde.
Nosotras decimos: retráctense. Aprendan: el amor romántico es amor patriarcal; y devora nuestros cuerpos, se alimenta de nuestra sangre. Si no, son cómplices.
Nosotras ya deshicimos nuestras cadenas. Ya no somos cautivas de ese amor.
No queremos amor romántico, ni sus símbolos, en nuestros cuerpos ni en nuestros territorios.
El 8M va a arder!
Vivas, libres y organizadas nos queremos.
* Militante de CTA Capital y del Frente Territorial Salvador Herrera CTAA Capital. Integra la Comisión Ejecutiva Nacional.