Para la mayoría de las personas, la necesidad de un elemento básico como el agua para garantizar la limpieza y con ella la sanidad de una comunidad, es una verdad de perogrullo, algo que ni siquiera merece mención por su obviedad. Sin embargo, a pesar de haberse educado en los mejores colegios, contar con los mejores especialistas en cada materia, la mayor disponibilidad presupuestaria y la experiencia de más de una década gobernando la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dicha necesidad básica se presenta como dicotomía insalvable para la gestión de Horacio Rodriguez Larreta.

* Por Matías Levin

Ante semejante situación, la justicia deberá pronunciarse sobre una acción de amparo colectivo relacionada con el acceso al agua potable y saneamiento seguro en los barrios populares, como forma esencial de prevención del contagio del Coronavirus Covid-19 y el Dengue, presentada por la Cátedra de Ingeniería Comunitaria (CLIC), el Observatorio del Derecho a la Ciudad, la CTA A Capital, el Frente Territorial Salvador Herrera, el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP) y referentes de Villa 21-24, Barrio Inta, Barrio Scapino, Barrio Cildañez, Villa 15 y Villa 20.

«Lamentamos tener que llegar a la Justicia a presentar estos reclamos. El Gobierno de la Ciudad tiene todas las posibilidades de gestionar e implementar las medidas para que el acceso al agua sea un derecho y una realidad de todas las familias», afirmó Pablo Spataro, secretario General de la CTA Autónoma Capital. Quien adelantó que desde la Central «se ha solicitado de manera formal la constitución de un Comité de Crisis con todos los sectores sociales, para ir monitoreando cuáles medidas necesitan realizarse de manera urgente en materia educativa, de salud, de acceso a los servicios y alimentos, de condiciones de seguridad e higiene en el trabajo y demás, pero el gobierno de Larreta ha desoido este pedido y actúa sin el consenso necesario, o como sucede en este caso, directamente no hace nada.»

Históricamente, los barrios populares son los más castigados por el Dengue. Pero frente a la pandemia de COVID19 se multiplican por miles las familias totalmente desprotegidas antes estas y otras enfermedades, ya que ninguna cuenta con acceso formal al agua potable segura, conviven con agua de servicios limitados o nulos, siempre precarios y que muchas veces se contamina con aguas servidas, lo cual anula toda seguridad sanitaria e higiene personal.

Desde hace mucho tiempo, pero más grave en este contexto, con familias obligadas a almacenar agua en baldes, cacerolas y tachos en la ciudad más rica del país, no solo el insecto vector del Dengue se multiplica propagando la enfermedad, sino que la amenaza del Coronavirus se hace omnipresente.

María Eva Koutsovitis, referente de la CLIC e integrante del Frente Salvador Herrera, hizo hincapié en que «en este escenario crítico para la salud pública, hemos presentado junto a referentas barriales y un conjunto de organizaciones sociales una acción colectiva de amparo con cautelar, para que el gobierno implemente un conjunto de acciones urgentes y además desarrolle y ejecute un Plan de Agua y Saneamiento para los barrios populares de la ciudad, cuyas medidas urgentes incluyen la entrega de agua potable envasada, controles periódicos de presión y calidad del agua de consumo, entrega gratuita de lavandina, garrafas para poder hervir el agua y tanques plásticos para almacenarla de manera segura en todos los hogares. Todo con un detallado plan de ejecución que contiene los lineamientos, etapas y alcances, tomando como eje la dimensión productiva y del trabajo con perspectiva comunitaria y género».

La causa quedó caratulada como “KOUTSOVITIS, MARIA EVA Y OTROS CONTRA GCBA SOBRE AMPARO – URBANIZACION VILLAS”, Expte. N° 3010/2020-0, y radicada en el Juzgado de 1ra. Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad N° 8.

El objetivo de la acción judicial consiste en que el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires garantice todas las familias de los Barrios Populares, el acceso formal al servicio de agua potable y saneamiento cloacal. Para ello se solicitó la elaboración de un Plan de Agua Potable y Saneamiento Cloacal, consensuado con las comunidades barriales, que contemple los siguientes cuatro ejes: Diseño Infraestructura; Modalidades de Ejecución y Contratación para las Obras; Programa de Control y Monitoreo Ciudadano, y Sistema Tarifario Social Especial.

Franco Armando, integrante del Frente Salvador Herrera y secretario de Organización de la CTAA Capital, contó que «desde hace años, a través de varias crisis, los vecinos y vecinas organizados en el Frente venimos repartiendo agua en sachets en los barrios populares de la Ciudad. Incluso hemos atravesado dos grandes epidemias de dengue sin tener ningún tipo de solución con el tema del agua. Pero ahora, al dengue y la existencia de otras tantas enfermedades relacionadas con la ausencia del Estado, se suma la pandemia del Coronavirus que, si bien está siendo bien administrada por el Gobierno Nacional, el poder político a nivel local parece más preocupado por brindar una buena imagen más que por solucionar los problemas de fondo».

«Nosotros solicitamos al Gobierno de la Ciudad que se incorpore el tema de la emergencia sanitaria en los comité de crisis en los barrios. No solo aún no se logró algo tan básico, sino que todo el tiempo, a cada paso, nos dicen que nos lavemos con frecuencia las manos. Y nosotros nos preguntamos dónde y con qué», concluyó Armando.

Frente al incremento en el riesgo de vida y salud que los habitantes de los barrios populares de la ciudad corren ante el Coronavirus y el Dengue, las organizaciones mencionadas peticionaron cautelarmente ante la Justicia que se lleve adelante un Plan de Contingencia:

– Garantizar dos litros de agua potable envasada por habitante por día.

– La entrega de agua a granel para todos los usos en los barrios o sectores de barrios que no cuenten con suministro continuo de agua potable.

– Garantizar de manera gratuita en cada hogar dos garrafas de 10 kilos, 8 litros de lavandina, jabón blanco en pan y detergente, por familia, por mes.

– Un Sistema de Monitoreo de la calidad, presión y continuidad del agua de consumo que incluya el control de la calidad del agua entregada mediante camiones cisterna.

– Un Programa de Limpieza periódica de tanques a cargo de las cooperativas y organizaciones sociales y comunitarias.

– Abastecer de tanques plásticos domiciliarios de calidad homologada a todos los hogares.

– Fortalecer el Sistema de Atención Primaria para mejorar la atención prioritaria y el registro de enfermedades hídricas incorporando la figura de las promotoras de salud.

– Garantizar económica y técnicamente a través de un programa la ejecución de núcleos húmedos a fin de garantizar en cada hogar un baño completo y dos canillas.

– La formalización del servicio de agua potable y saneamiento cloacal para la totalidad de las viviendas frentistas a vías públicas formales.

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