FOTO_EN_COMODORO_PYCon una demora de casi 16 años, el pasado 6 de agosto en los Tribunales Federales de Comodoro Py comenzó el juicio oral por las irregularidades cometidas durante la investigación del atentado a la AMIA.

La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma) se hizo presente en la segunda audiencia que se desarrolló el 13 de agosto junto a Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Maristella Svampa, socióloga e investigadora del Conicet, Enrique Cachito Fukman, de la Asociación de Ex detenidos y desaparecidos, Adolfo Perez Esquivel, Premio Nobel de la Paz y Beverly Keene de Diálogo 2000, entre otros, para acompañar solidariamente a los compañeros Pablo Gitter y Laura Ginsberg de APEMIA. En representación de CTA Nacional participó el compañero Carlos Chile Huerta.

A continuación reproducimos una nota informativa de los compañeros de APEMIA, querellantes en el Juicio:

“Las primeras 2 jornadas de audiencias fueron maratónicas. Se completó la lectura de las acusaciones contra la plana mayor del Poder Ejecutivo y del Judicial del país al momento del atentado. Están acusados el ex presidente Menem, el ex jefe de la SIDE, H. Anzorreguy, el segundo ex jefe, Anchezar, el jefe de la Contrainteligencia, Finnen, y los comisarios Palacios y Castañeda de la Policía Federal. Junto a ellos, también están acusados el ex juez Galeano, sus fiscales y el ex presidente de la DAIA. Completan la lista Telleldín, Boragni y el abogado Stinfale acusados por haber cobrado más de cuatrocientos mil dólares para “desviar” la investigación sobre los responsables del atentado.

Para las próximas audiencias se espera que las defensas planteen sus “cuestiones preliminares” para seguir dilatando el inicio del debate de fondo o para enfrentar y debilitar a alguna de las querellas. Lo hicieron durante años y ahora lo refuerzan apelando a sus fueros de Senador para no estar presente (Menem) o solicitando se les permita seguir los debates desde un salón contiguo (Anzorreguy y Anchezar).

El juicio tuvo un impulso político decisivo durante los últimos meses, especialmente después de la muerte del fiscal Nisman y el reconocido fracaso del Memorando con Irán que se había propuesto para esclarecer las responsabilidades criminales del atentado. Las presiones y debates públicos fueron protagonizados por la Presidenta de la Nación y el Presidente de la Corte Suprema, que exigieron que los miembros del Tribunal Oral Federal Nº 2 anticiparan el inicio del proceso.

Desde el gobierno, el juicio fue presentado como si fuese “por el verdadero encubrimiento del atentado”. La verdad es bien distinta: se trata, apenas, de juzgar a Menem, Anzorreguy, Galeano, etc. por las “irregularidades” cometidas contra la fallida investigación judicial de los primeros años, y no por ser artífices y parte de un plan oficial de encubrimiento del atentado terrorista contra la AMIA bajo el amparo del Estado nacional.

Por ello, para el caso de ser condenados les correspondería una pena menor como puede ser el abuso de autoridad, pero no el reconocimiento y condena por ser parte del plan criminal que provocó el atentado, orquestado desde la cúpula del Estado.

De manera contradictoria, en las horas previas al inicio del juicio, el vocero del Ministerio de Justicia reconoció ante la prensa que el atentado a la AMIA era, en verdad, un «crimen de Estado, en el que los tres poderes se complotaron de manera organizada» (La Nación 03/08/2015). Sólo que los acusados no están ante el Tribunal Oral por este crimen de Estado, ni el Ministerio de Justicia o la Fiscalía los acusó por ningún complot, aún 10 años después de haber firmado el decreto 812/2005 que reconoció que el Estado era el “encubridor agravado”.

Los compañeros de APEMIA (Agrupación Por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA) son la única querella que, desde hace años, sí sostiene esta acusación y con ella fueron reconocidos como querellantes. En el curso del debate intentarán ampliar el estrecho marco acusatorio para defender esta acusación político-jurídica, convencidos de que sólo la conformación de una Comisión Investigadora Independiente permitirá superar tantos años de manipulación, mentiras y encubrimiento de los tres poderes, avanzar en la investigación y esclarecimiento de las responsabilidades criminales del Estado nacional, e impulsar el juicio y castigo para los culpables que tanto dolor e impunidad trajeron a nuestro pueblo”.

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