El juez Carlos Bruniard, titular del Juzgado Correccional Nº 1, dictó el pasado 14 de julio de este año el procesamiento contra la Comisión Gremial Interna de Editorial Perfil en la causa penal iniciada por Jorge Fontevecchia en el marco de un paro contra los despidos efectuados a fines de 2013.
A pesar de que en noviembre del año pasado había resuelto la falta de mérito, en un giro en la causa y sin pruebas que lo acrediten, el juez Bruniard resolvió ahora hacer lugar al dictamen del fiscal Anselmo Palmiro, a cargo de la Fiscalía Nº 8 en lo Correccional. El juez resolvió la libertad provisional y un embargo sobre los bienes de los delegados de 175.000 pesos. Este fallo vulnera el derecho de huelga y es un antecedente peligroso para todas las organizaciones sindicales y sus trabajadores representados.
El intento de sancionar penalmente a los delegados gremiales aplicándoles el artículo 161 del Código Penal -que establece de uno a seis meses de prisión- es un claro ataque a la Comisión Gremial Interna y a la organización colectiva de los trabajadores.
La persecución gremial ejercida por Fontevecchia tiene como objetivo dar por tierra con las garantías que hacen a la libertad sindical y a los legítimos derechos de los trabajadores de la Editorial. Debe tenerse en cuenta que estos despidos fueron realizados el día de elección de delegados. Entre los despedidos se encontraban integrantes de la Junta Electoral encargada de fiscalizar los comicios. Perfil intenta castigar a los trabajadores, en su Comisión Gremial Interna, por defender solidariamente a compañeros despedidos imponiendo el terror y la judicialización de los reclamos gremiales.
La empresa de Fontevecchia busca transformarse en un multimedios sobre la base de la flexibilización y precarización laboral, y para eso es menester borrar todo vestigio de organización gremial.
Esta acción penal se da en el marco del nacimiento del nuevo Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA) y de ataques patronales contra los trabajadores de prensa en su conjunto.
Llamamos a todos los colegas y gremios de prensa de todo el país, a las organizaciones sindicales en su conjunto y a todos en general a difundir y pronunciarse contra este atropello patronal. La libertad sindical y los derechos de expresión de los trabajadores de prensa están en juego.