En la Avenida Corrientes, en las esquinas de Ángel Gallardo y Scalabrini Ortíz, la CTA Regional Centro puso dos mesas con la intención de invitar a los ciudadanos que por allí circulaban a la marcha contra el femicidio #Niunamenos, que será el miércoles 3 de Junio, y el gran paro nacional del 9.
Decimos “Ni una menos” porque estamos hartos que, cada 31 horas una mujer sea asesinada el sólo hecho de ser mujer. La violencia contra las mujeres se vive de forma cotidiana en los hogares, los lugares de trabajo, los establecimientos educativos y en las calles, no podemos seguir naturalizando el maltrato. No podemos permitir más que titulares del tipo “La mató por amor” o “El amor se llevó una nueva víctima”. Ni tampoco que la víctima deba rendir cuenta de su pasado o vestimenta o estilo de vida.
También decidimos e invitamos a salir nuevamente a la calle con un paro activo de 36 horas, convocando a la unidad de acción a todos aquellos trabajadores que no acepten que nos sigan metiendo la mano en el bolsillo mientras los más ricos se vuelven más ricos, a costa de nuestro trabajo.
Los trabajadores venimos de un 2014 en donde la inflación rondó el 40%, mientras los salarios aumentaron un 28% en promedio. Esto sólo empeoró las condiciones de vida de millones de personas que llegan a fin de mes ajustados. Para colmo, la intervención al Indec nos impide conocer realmente cuánta pobreza hay en nuestro país, dato imprescindible para impulsar las políticas correctas que lleven a su erradicación. Mientras tanto, nos dicen que con $6539 por mes una familia de 4 integrantes puede vivir bien.
Nuestro país necesita una urgente Reforma Tributaria para terminar con un modelo de impuestos altamente regresivo: los sectores populares pagan el mismo IVA (21%) sobre un paquete de fideos que los sectores más pudientes. Se debe contemplar una disminución de los impuestos al consumo y a los salarios, junto a un estricto control del impuesto a las ganancias, a la tenencia de la tierra y a las exportaciones, así como la imposición de gravámenes a las transferencias de activos y utilidades financieras de las empresas multinacionales para que dejen de llevarse nuestra plata afuera.
La reforma tributaria debe arrancar imponiéndole a los productos de lujo un mayor gravamen, mientras se elimina el IVA correspondiente a alimentos y productos de primera necesidad. La Argentina también debe comprometerse a la lucha global contra la existencia de los paraísos fiscales, que son una herramienta de evasión, lavado de dinero y corrupción.
En Argentina existen hoy 5 millones de trabajadores (un tercio del total) en negro. Además de no tener aportes jubilatorios y cobertura social, sus condiciones laborales se encuentran muy por debajo de las de los trabajadores en blanco. Esta precarización laboral implica mayores riesgos para la salud, mayores niveles de explotación y peores -o nulas- condiciones de negociar mejoras. A esto debemos sumarle que los salarios de los trabajadores en negro son aproximadamente un 30% menores a los salarios en blanco.
Mientras los trabajadores resistimos el ajuste y el maltrato, las grandes empresas siguen acumulando riquezas gracias a la protección del Gobierno Nacional. Sólo en 2014, las empresas del sector agroalimentario tuvieron una rentabilidad del 391%, el sector financiero del 56% (el más elevado en los últimos 10 años), las constructoras e inmobiliarias del 212% y las industriales del 28%. Todos ganan, menos nosotros.
Así que, tal como lo dijimos en la calle, sumate este 3 de junio a la marcha contra el femicidio, y el 9 a los cortes que realizaremos en distintos puntos de la Capital Federal, ¡es tiempo de que salgamos a la calle a defender lo que nos corresponde!
Fuente: CTA Regional Centro