En horas de la tarde de ayer la Mesa Nacional de la CTA volvió a plantear la necesidad de construir un gran paro nacional por 36 horas para rechazar los topes impuestos en las paritarias, exigir un salario mínimo de 12 mil pesos y la convocatoria al Consejo del Salario como las cuestiones más urgentes.
Además de las reivindicaciones mencionadas, la Mesa volvió a ratificar la exigencia por el 82% móvil y un aumento de emergencia en jubilaciones, salarios, asignaciones familiares y planes sociales, el cese de los despidos, suspensiones y de la precarización laboral. A la vez que se insistió en la derogación del impuesto al salario, con una fuerte crítica a los anuncios gubernamentales que lejos de resolver el problema de un sector de los trabajadores, intenta «maquillarlo».
En este sentido la CTA manifiesta que «los anuncios realizados por el Ministro de Economía el lunes de 4 de mayo respecto a la modificaciones del impuesto que el estado cobra a los salarios son producto de la lucha del movimiento obrero y aun siendo un logro muy parcial demuestra cuál es el camino a seguir.
Se demostró la certeza de lo que sostenemos los trabajadores/as que sufrimos el impuesto dado que los funcionarios confirmaron que aportamos más de 70.000 millones de pesos anuales, lo que significa una merma de entre uno y cuatro sueldos anuales por compañero/a.
Esta tímida medida toca una pequeña parte de lo que los trabajadores pagamos en concepto de impuesto al salario cuando en realidad la totalidad del tributo es injusto. Si existiera voluntad política de llamar a los representantes de todas las centrales sindicales se podría trabajar sobre medidas más profundas. Pero el gobierno ha optado por medidas unilaterales y parciales que no resuelven el tema.
Por ello rechazamos la pretensión gubernamental de medir este paso tomado como parte del aumento salarial del año 2015. El salario nunca fue ganancia».