Con un firme llamado a que se derogue el decreto presidencial que amenaza a Venezuela, militantes de una treintena de organizaciones acamparon este viernes 10 de abril frente a la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires. Las carpas llenaron el terreno frente a la misión diplomática en la avenida Sarmiento que desemboca en la céntrica Plaza Italia.
La movilización se efectuó bajo cuatro consignas: «Fuera yankis de América Latina», «Fuera ingleses de Malvinas», «Obama anula el decreto ya» y «Venezuela se respeta».
El secretario de Relaciones Institucionales de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA Autónoma), Fernando R. Cardoso, manifestó que vinieron a apoyar el acampe en un nuevo acompañamiento del pueblo venezolano ante la acrecentada hostilidad norteamericana.
«Queremos demostrar que no somos el patio trasero de Estados Unidos y que la clase trabajadora argentina ha alcanzado una capacidad de consciencia para impulsar la unidad latinoamericana y antiimperialista», expresó el líder sindical de la CTA Capital.
Cardoso señaló que este 2015 es un año cargado de simbolismo para América Latina pues se cumple el décimo aniversario de la derrota en Mar del Plata (2005) de la propuesta de Washington de Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA).
«Y esto reafirma nuestra voluntad de mantener las banderas en alto para tener una patria grande soberana, independiente y unida», señaló.
La manifestación comenzó al mediodía y como punto culminante se organizó una tribuna antiimperialista a las 17:00 hora local para coincidir con el discurso del presidente Barack Obama que estaba programado aproximadamente para esa hora en la Cumbre de las Américas en Panamá.
Prensa Latina conoció que tribunas similares se organizaron en otros países del mundo.
Entre los oradores del acto estuvieron el venezolano Salvador Salas, de la agrupación Alexis Vive; Javier Calderón, titular del movimiento Marcha Patriótica, y el dramaturgo argentino Norman Brisky.
Los participantes repudiaron la amenaza de Obama de declarar a Venezuela una «inusual y extraordinaria amenaza» y decretar con ese pretexto una emergencia nacional.
Mientras niños, jóvenes, familias enteras y militantes de diversas edades acampaban en las carpas de sus respectivas agrupaciones bajo un inusual y caluroso día del otoño austral, proseguía la recolección de firmas para respaldar al gobierno bolivariano de Nicolás Maduro.
Fuente: Prensa Latina