Hoy la CTA junto a otras organizaciones y personalidades del campo popular, concentrará en el Congreso Nacional a las 17 horas para marchar a Plaza de Mayo contra la impunidad y por el esclarecimiento en la Causa AMIA. Al respecto ACTA dialogó con Hugo Blasco, Secretario de Derechos Humanos de la Central.
–¿Cuáles son las expectativas que hay para la movilización de hoy?
Las expectativas de la convocatoria de marcha con acto desde el Congreso a Plaza de Mayo son muy buenas habida cuenta de que el hecho desencadenante de esta situación, que es la muerte del Fiscal Nisman, genera una buena situación para poner en la agenda política y en el tapete, entre otras cosas, la política de seguridad, los servicios de inteligencia y las relaciones entre política y servicios de inteligencia. Sobre todo en lo que tiene que ver con la actuación de los servicios en materia de inteligencia interior. Nosotros como trabajadores somos víctimas de los servicios de inteligencia, y no solamente de los que dependen de la Secretaría de Inteligencia o de la exSIDE, sino también de la que corresponde a las Fuerzas Armadas, de las Fuerzas de Seguridad, incluida las policías provinciales y, en este sentido debatir el papel de la inteligencia en nuestro país, es un espacio que la democracia de este país no se ha dado y en buena hora que esto se pueda tratar, transparentar y hacer todo lo que corresponde hacer.
-Esta es una de las reivindicaciones históricas de la CTA, sobre todo con la sanción de la Ley Antiterrorista.
Cuando se habla públicamente de muchas de estas cosas, en realidad son cuestiones que los compañeros vienen anticipando hace muchísimo tiempo. Hay personajes que ahora son puestos a la luz de todos y son criticados, y nadie se hace cargo de haber tenido relaciones con ellos, ni frecuente trato con ellos: me refiero, entre otros, al agente de inteligencia Jaime Stiusso. Lo que realmente marca es que la política argentina, que lleva 31 años de régimen constitucional, no así democrático, los Gobiernos de turno han utilizado a los servicios de inteligencia para provecho político propio, incluido el actual y todos los anteriores. Lamentablemente en la Argentina siempre hay un hecho que hace que se ponga en la escena pública, algún tema controversial o por lo menos importante, grave. En su momento, el asesinato de José Luís Cabezas significó poner en tela de juicio a la Policía de la Provincia de Buenos Aires que para el Gobernador de aquel entonces era la mejor Policía del mundo y a partir de este hecho, empezó a ser “la maldita policía”. Lamentablemente han pasado unos cuantos años y la Policía de la Provincia de Buenos Aires no es lo que debiera ser, sino todo lo contrario. En relación a los servicios de inteligencia, sería muy importante que este hecho sirva para avanzar realmente en un debate lo más extenso y profundo posible para fijar lo que debe ser la política de inteligencia y no como es ahora que tenes las fuerzas de seguridad al servicio de perseguir a los luchadores sociales.
-Entonces ¿cuáles serán las reivindicaciones que llevaremos a Plaza de Mayo?
Creo que esta marcha, más allá del tema puntual en relación a la muerte de Nisman y del atentado a la AMIA, lo que exigimos es la apertura de los archivos que nos permitan tener la mayor información posible, que se constituya una Comisión Investigadora Independiente con presencia minoritaria de Legisladores Nacionales y mayoritaria de personalidades y representantes de las organizaciones sociales y de derechos humanos. Y apuntar a que esto no sea simplemente un hecho propio de la temporada de verano, que en un par de meses nadie se acuerda de eso, sino que tiene que servir para que podamos construir una política de inteligencia realmente al servicio del pueblo argentino, y no del gobierno de turno o a intereses extranjeros, como lo pueden ser la CIA, el Mossad o cualquier servicio extranjero que lejos están de preocuparse sanamente por la suerte de los habitantes de este país.
-¿Por qué la CTA y el conjunto de la clase deben involucrarse en este tipo de problemáticas?
En el último tiempo, afortunadamente, hemos tenido la posibilidad de conocer, desnudar y dejar ante la consideración pública, cuestiones que son lamentables como lo es la existencia del Proyecto X, la presencia de buchones representantes de los servicios en diferentes organizaciones sociales o de empresas y ámbitos de trabajo. Esto tiene que ver con una decisión política de este gobierno –pero que no es muy diferente a los anteriores-, en el sentido de garantizar el máximo control social posible. Esa es la realidad. En mi caso personal, puedo contar que hace un año atrás fue denunciado periodísticamente que junto con otros militantes políticos, sociales y sindicales, merecíamos el seguimiento permanente de la secretaría de inteligencia. Eso que uno puede tomar como algo casi esperable y natural, está mal que sea natural. ¿Por qué naturalizar lo que no lo es? Vemos como, permanentemente, saben muchas cosas de nosotros que no debería ser así, porque en realidad los Servicios de Inteligencia están para salvaguardar los intereses de la Nación, del Estado, pero fundamentalmente del pueblo argentino. Pero está hartamente demostrado que jamás han actuado a favor de los intereses populares, siempre ha sido para perseguir, para controlar y lamentablemente eso ha tenido muchas consecuencias nefastas. Esta es una buena oportunidad, por eso la marcha de hoy, para hacer público, instalar fuertemente en la agenda pública, definir cómo tiene que ser estructurada la inteligencia en Argentina.