Los trabajadores del neumático deben afrontar condiciones deplorables de trabajo. Los estándares de producción exigen que los operarios se sometan a cargas manuales inhumanas y movimientos repetitivos que poco a poco van generando un deterioro irreversible en su salud. En su mayoría terminan con jubilaciones anticipadas o tareas pasivas por pérdidas en sus capacidades.
* Por Melissa Zenobi
Con una patronal aliada a la Conducción Nacional del SUTNA que lidera Pedro Wasiejko, la organización desde las bases es la única esperanza para la reconquista de los derechos perdidos.
Según estadísticas elaboradas por la seccional San Fernando del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) (opositora a la Conducción Nacional del Gremio, que está alineado con el sector del gremialismo que conduce el ultraoficialista Huyo Yasky), el 100 % de los trabajadores sufren o han sentido algún dolor o molestia corporal a causa de las tareas realizadas en la planta. Estas van desde dolor de mano o piernas a molestias en los pies, la cabeza, el cuello o nuca.
El delegado de los trabajadores de FATE, Alejandro Crespo, explicó que las condiciones de salud en la industria del neumático son muy complicadas debido a que “las máquinas en la mayoría de los sectores son muy antiguas, en particular en FATE, donde se producen cubiertas que utilizan cámaras, para lo cual hacen falta máquinas de más de 50 años de antigüedad. Son equipos muy rústicos, que conllevan un trabajo muy pesado. En otros sectores, donde hay algunas máquinas más modernas, los que hacen daño son los trabajos repetitivos por la forma de carga manual”.
Los conflictos que afrontan los trabajadores del neumático son de lo más variados de acuerdo al tipo de labor que desempeñan. En algunos sectores hay mucha pigmentación en el aire, con gases y vapores. Donde se producen los materiales, el trabajo requiere fuerza de levantamiento y movimientos repetitivos. Quienes desarrollan tareas en la zona de las cortadoras, tienen alto riesgo de accidente.
La totalidad de los encuestados eventualmente consumen medicación por las docencias que les genera su trabajo, ya sean calmantes de dolor, relajante muscular o medicaciones para el aparato digestivo: “En la parte de armado de cubiertas, abundan las tendinitis y las hernias discales. Donde se cocinan las cubiertas hay prensas con altas temperaturas, y los trabajadores deben estar expuestos a estas condiciones sin el descanso apropiado”, explicó Crespo.
El Doctor Abel Bohoslavsky argumentó al respecto que “No es el trabajo en sí el que puede ocasionar enfermedades o accidentes, sino las malas condiciones en que se desarrolla una tarea. Este tipo de dolencias, que se desencadenan por malas condiciones de labor, se denominan enfermedades profesionales”.
Pero estas condiciones de trabajo, generan además, gran impacto sobre el desarrollo psíquico y social de los trabajadores. Tal es el caso que el 87% de los consultados dijo haber trabajado nervioso por motivos laborales, mientras que el 50% no logra descansar bien.
Hace dos meses, un operario de FATE estaba trabajando en una máquina cortadora, en la parte enrolladora, cuando vio atrapada la mano y “por las pésimas condiciones de trabajo y la falta de mejoras en materia de seguridad”, perdió la mano.
Tras este conflicto, los trabajadores en asamblea pararon la producción de la fábrica durante 32 horas. A la vez, se le exigió a la empresa que el compañero mantenga su puesto de trabajo al regresar de la licencia, la renuncia del entonces encargado de seguridad de la empresa y del jefe de sector.
Estas situaciones se dan porque: “Hay cierta política de la empresa que en vez de dar soluciones definitivas a los problemas que tienen los trabajadores, eluden constantemente, generando un doble discurso. Por un lado nos hacen llenar un montón de papeles de los objetos que hay que usar, protección auditiva, cascos, etc. Se trata de cosas que, si bien uno las considera importantes, son secundarias, porque a la hora de cuidar los ritmos de trabajo y las medidas de seguridad, la empresa no ha implementado las medidas que estamos pidiendo”.
Las condiciones de trabajo en la industria del neumático están directamente relacionadas a la cantidad de trabajo y a los ritmos de producción que está obligado a realizar el operario en las horas que tiene de trabajo. Entonces, cada vez que se discuten los estándares de producción –cantidad por máquina- allí los trabajadores exigen las herramientas correspondientes: “El convenio que tenemos, que está firmado por la Central, le da la derecha a la empresa para poner todos los estándares que quiera. Por eso tenemos que pelearlo en firma gremial, sin basarnos en el convenio, sino en la relación de fuerza que tenemos con nuestros compañeros”, dijo el delegado Crespo.
Una patronal ¿Nacional y popular?
FATE es la industria más grande de argentina en relación a la cantidad de producción y número de personal en Argentina. Tiene 1800 trabajadores operarios, además de quienes desempeñan roles administrativos y de recursos humanos. La empresa pertenece al Grupo Maganes, quienes además tienen Aluar Aluminio Argentino –la mayor fabricante de aluminio de Latinoamérica-. “Es una patronal nacional que está alineada al kirchnerismo y asociada al Gremio Central que conduce Pedro Wasiejko».
Alejandro Crespo denunció que: “Si bien se llevan bien con todos los Gobiernos de turno, fundamentalmente desde el Kirchnerismo han recibido numerosa cantidad de préstamos, subsidios, etc. Hemos tenido tanto a Néstor como a Cristina inaugurando sectores, con teleconferencias, mostrando los aportes en dinero que les envía el Estado”.
A principio de este año, por problemas de ventas, y con la complicidad del Gremio Central, la patronal dio 7 días más de vacaciones a todos los operarios. Mientras que a aquellos compañeros que no tenían los días necesarios, se les adelantaron las vacaciones del año próximo. “Nosotros nos organizamos contra las suspensiones y todo tipo de manejos que hacen que los trabajadores pierdan capacidad adquisitiva. Y esta es una empresa que ha crecido enormemente, por eso nos parece sin sentido que ante la menor caída de ventas, terminen suspendiendo”.
“Cuando la empresa pide hacer suspensiones, generalmente el Gremio los firma sin miramentos, sin pedir pruebas claras con respecto a las condiciones que llevan a a tomar esas decisiones. Por lo tanto, los trabajadores se acostumbran a tener que luchar cuando ya tenemos las suspensiones encima”, agregó el referente gremial de FATE.
Los logros de la organización
En 2007, asumió en la seccional San Fernando del SUTNA, una conducción “que realmente representan a los compañeros”, contó Gómez. Además relató que desde ese momento se vienen logrando una serie de avances de mucha importancia, con mejoras en las condiciones de trabajo. Este ha sido un logro de los trabajadores organizados y las medidas de acción concretas que se realizan.
También se hicieron capacitaciones, por lo cual hay muchos compañeros que comenzaron a entender de ergonomía, a tener conocimiento de las normas de seguridad. Se realizaron denuncias en el Ministerio de Trabajo y en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), lo cual contrajo numerosas inspecciones y se ha comprobado la deficiencia dentro de la fábrica, con multas e intimaciones en algunos sectores. Como consecuencia de esto, han ido apareciendo algunos cambios.
Sin embargo, por estos logros, los compañeros que se organizan vienen sufriendo constantes presiones de parte de la Comisión Directiva del Gremio Central, el que está alineado a la patronal. Una de ellas es que de las 6 licencias gremiales que tenían en la seccional, en el último año han dejado de pagar dos sueldos como modo de castigo: “Pretenden que con eso frenemos los reclamos que venimos haciendo a nivel político por las decisiones que toman y nos perjudican”, aseguró Crespo.
Artículo publicado en el Periódico de la CTA Nº 106, correspondiente al mes de octubre de 2014