El Senado de la República Argentina dio media sanción a la reforma de la Ley de hidrocarburos para facilitar el acceso de inversiones externas en la explotación de hidrocarburos no convencionales bajo la tecnología depredadora de la fractura hidráulica (fracking). Es por esto que el pasado martes 21 de octubre se llevó a cabo en la sede de la CTA Nacional una reunión junto a la Multisectorial, para constituir una Campaña en Defensa de la Soberanía Energética y por el Derecho a la Energía. Para hablar de este tema, desde Estación Central (Radio Sur, FM 88.3) se comunicaron con Juan Carlos “Pipón” Giuliani, secretario de Relaciones Institucionales de la CTA.
El frackin consiste en fracturar y abrir las rocas, para esto se usan químicos muy contaminantes y grandes cantidades de agua.
– Pipón ¿Qué es lo que se estuvo trabajando ayer en la Multisectorial de cara a este debate en la Cámara de Diputados sobre la reforma de Ley de Hidrocarburos?
– La Multisectorial en Defensa de la Soberanía sobre Nuestros Bienes Comunes se reunió ayer por la tarde -por el martes 21- en la sede Nacional de nuestra CTA. Hubo un nivel de representación muy importante de diversas organizaciones que están preocupadas y ocupadas en denunciar y señalar este verdadero acto de entrega en lo que hemos denominado ‘Ley del Saqueo del Petroleo Argentino’. Porque en realidad lo que significa esta reforma es profundizar la política entreguista que ya se tenía con la Ley de Hidrocarburos, favoreciendo sobre todo a las grandes corporaciones multinacionales, promoviendo el fracking, que no solamente implica el uso de un bien tan preciado y uno de los más importantes que tiene nuestro territorio, que es el agua, sino que también implica la contanimación, la voladura de los suelos y la ocupación del territorio como está ocurriendo en la zona de Vaca Muerta con nuestros hermanos los Mapuches, que están resistiendo ahí a brazo partido la intromisión de los sectores que pretende llevar a cualquier costo este tipo de explotación.
En realidad está hecho para que la explotación no convencional sea materia corriente en hidrocarburos en nuestro país, pese a que ya hay 45 municipios en toda la Argentina que ya se han declarado zona libre de fracking.
Bueno, hemos estado debatido ampliamente, hemos consensuado una declaración ante el proyecto de ley del saqueo petrolero, que la estamos dando a conocer públicamente por estas horas y además hemos dispuesto hacer una concentración y acto el próximo 29 frente al Congreso Nacional, día en que se aprestan los diputados a aprobar este verdadero acto de entrega de soberanía que es la Reforma de la Ley de Hidrocarburos.
– Por ahí pensando esto del fracking en el marco de un Capitalismo, de un modelo extractivista, se está repartiendo la Argentinas en distintos modos de extracción de recursos, feroz, intensiva, que tiene mucho impacto para el medio ambiente, pero también para las poblaciones. Tenemos lo del hidrocarburo, tenemos lo de la soja. Esto es como una avanzada, es como un modelo productivo que nos atraviesa.
– Bueno, el modelo productivo neodesarrollista, extractivista, dependiente, está en vigencia en la Argentina y en buena parte de nuestra América Latina. En realidad significa una reprimarización de la economía, abandonar la posibilidad de un desarrollo tecnológico independiente, de un proceso de industrialización que sea real, más allá del relato oficial. En realidad hoy lo que tenemos como industria son armadurías de automóviles, o de otros elementos de manufacturas.
Centralmente hoy los ingresos provienen de las materias primas y los commodities y como el precio de la soja que valía 500 dólares hasta hace poco hoy vale poco más de 200 dólares, la verdad que también se siente ese cimbronazo en el tesoro nacional, porque insisto, más allá de toda esta epopeya oficialista contra la Mesa de Enlace y la oligarquía terrateniente, lo cierto es que los principales ingresos provienen de las materias primas y los commodities. Que además, para ser más claros, exportan un cartel de 5 grandes empresas multinacionales, entre ellas Nidera, que acaba de ser adquirida por capitales chinos, digamos que el combo es completo.
– Los países de origen de estas multinacionales en realidad lo que están haciendo es patear estas industrias sucias, a países que ellos consideran de la periferia. Porque en realidad en Canadá el fracking está prohibido ¿No?
– Sí y en varios estados de Estados Unidos también, porque además se ha comprobado que provoca sismos, además de la utilización y la contaminación de millones de metros cúbicos de agua e insisto, de la ocupación del territorio. Ese es un tema que no deberíamos dejar pasar de largo, porque allí están involucrados los antiguos pueblos, los pueblos originarios, que son propietarios de sus comunidades y que pretenden desalojar para llevar adelante este tipo de extracción.
Pero además se da amplias ventajas impositivas y fiscales a las empresas que accedan no tan solo a la explotación no convencional, sino también que prorroga hasta por 30 o 35 años los contratos para la explotación convencional de petroleo si se encuentran nuevas áreas. El Gobierno está desesperado por conseguir liquidez en dólares y la verdad que están dispuestos a entregar lo poco que nos queda de nuestros recursos hidrocarburíferos en función de ese objetivo.
– Yo me quedé pensando en el slogan que tiene el kichnerismo con respecto a la deuda externa, que es “Soberanía o Fondos Buitres” ¿Dónde queda este lema con lo que están haciendo con esta Ley de Hidrocarburos?
– Esto es ‘Soberanía o Ley de entrega del Petroleo’. La verdad que acá es una entrega de soberanía lisa y llana. Es una concesión que se da a los grandes grupos económicos explotadores y exploradores de petroleo y se va al diablo el discurso oficial. O sea, el relato una vez más se da de narices contra la realidad. Lo que están haciendo con esto detrás de un discurso empalagoso en verdad es un acto de entrega como en la época de Frondizi con la Ley del Petroleo, como en las peores épocas de la Dictadura, o del Menemismo y la Alianza, hay una línea de tiempo que continúa depredando nuestros bienes comunes a favor del gran capital concentrado. Y esto lo único que trae es empobrecimiento de nuestra gente, enfermedad de la población y que seamos un país cada vez más dependiente.
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