La Comisión Ejecutiva de la Central de Trabajadores de la Argentina resolvió convocar a un Paro Nacional de 36 horas, con cortes de ruta y movilizaciones, desde el mediodía del 27 de agosto hasta la hora 24 del jueves 28, en respaldo de las demandas salariales y laborales que no han tenido respuestas por parte del Gobierno, a la cual adherirá ATE Capital.
La decisión se adoptó a tono con lo resuelto en la última reunión de la Mesa Nacional de la Central, que facultó al secretariado a variar la fecha original del 26 de agosto en caso de que otras centrales fijaran otro día para hacer valer sus reclamos. Como la CGT Azopardo y la CGT Azul y Blanca han establecido el 28 de agosto como día de paro nacional, la CTA, en virtud de su autonomía y por entender que están dadas las condiciones para manifestar en plenitud la disconformidad de los trabajadores con las políticas de ajuste, plantea la realización de una medida de fuerza que se prolongará por 36 horas arrancando a las 12 del miércoles 27 de agosto.
La medida se concretará en el marco de la unidad de acción para frenar el ajuste y tendrá como ingrediente distintivo una gran movilización desde Plaza de Mayo al Congreso, a la cual han sido convocados todos los trabajadores y demás sectores populares para exigir la prohibición de despidos y suspensiones por un año; la derogación del Impuesto al Salario; y un aumento de emergencia para los jubilados.
El pliego de reivindicaciones incluye también la decisión de ocupar toda fábrica que cierre; la urgente convocatoria al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil; la reapertura de las paritarias; la derogación de la Ley Antiterrorista y la suspensión del pago e investigación de la deuda pública.
La CTA ha dispuesto promover las formas organizativas más adecuadas para nacionalizar la Jornada de Lucha, con actividades en todas las provincias, conteniendo los distintos conflictos que tienen lugar a lo largo y ancho del país y las situaciones particulares que atraviesa cada región.
Esta tercera huelga nacional en menos de dos años realizada por la clase trabajadora contra el modelo neo desarrollista y dependiente, implica un salto cuantitativo y cualitativo en los niveles de conciencia y organización que, sin lugar a dudas, se reflejará en un alto nivel de acatamiento porque es notorio el ajuste que se está descargando sobre el conjunto del pueblo.