En el marco de discusión del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), el diputado de la CTA, Claudio Lozano, presidente del bloque Unidad Popular, junto a Tomás Raffo, Horacio Fernández, Jaime Farji, Ariel Pennisi y Bruno Costas analizan el proceso de endeudamiento argentino y los recientes fallos del Juez Griesa y la Corte de Estados Unidos, para concluir señalando que «Nunca es tarde para empezar».
Sostienen dicha aseveración en el conjunto de medidas que nuestro país podría (y debería) tomar, tanto en función de la jurisdicción que abarca el fallo Griesa (EE.UU.) como en el articulado del contrato del fideicomiso que firmara la Argentina con el Bank of New York (artículos 5/7 y 9), que le otorgan a nuestro país posibilidades técnicas y legales para mantener los pagos a los bonistas que han ingresado en los canjes del 2005 y del 2010.
Para Lozano, «nunca es tarde para empezar». Luego de describir los pasos que se deberían seguir, definió la postura partidaria y acusó al Gobierno de mentir: «Unidad Popular ha cuestionado siempre la estrategia kirchnerista en materia de deuda pública. Nunca compartimos la idea de gesta histórica con que el relato kirchnerista vistió una renegociación que jamás cuestionó la legitimidad y la legalidad de las acreencias, que mintió presentando como “quita revolucionaria” lo que en la práctica se recuperaba a través del “cupón PBI”, que siguió mintiendo con la idea de un “desendeudamiento inexistente”, ya que la reducción de la deuda con acreedores privados y el FMI era compensada con un aumento de la deuda con distintos organismos del Estado como el Banco Central, el ANSES y el Banco Nación».
El conjunto de medidas propuestas por UP incluye: Designar un nuevo agente de pago (BCRA o Banco Nación) y convocar una Asamblea de Bonistas a efectos de modificar los bonos con legislación extranjera pasándolos a legislación local. invocar y cuestionar el fallo de Griesa apelando al Derecho Público Internacional y tomando en cuenta la legislación vigente en materia de Derechos Humanos, para mantener la reestructuración vigente, sin incorporar mayor deuda y aprovechando el fuerte consenso político internacional existente en cuestionamiento al fallo Griesa y sus consecuencias. conformar una Comisión Bicameral Investigadora de la Deuda Pública. Establecer una contribución fiscal de emergencia sobre quienes fugaron capitales en la década (más de u$90.000 millones)y sobre quienes detentan activos en el exterior (más de u$200.000 millones).
Los autores concluyen sosteniendo que, «de lo que se trata es de empezar a recuperar la soberanía pérdida y plantear una estrategia de pago que se descargue sobre los actores económicos que se beneficiaron del endeudamiento evitando que se perpetué la lógica de la deuda que no hace otra cosa que hipotecar el presente y el futuro de nuestro pueblo.»
El fallo del Juez Griesa no puede ni debe ser asumido por la Argentina en los términos en que ha sido planteado.
1) La jurisdicción del Juez Griesa abarca los EEUU pero nada dice sobre las decisiones que pueda tomar el Estado Nacional sobre bonos que no formen parte de la causa judicial de Griesa. Tampoco el Juez determina lo que pueda ocurrir con la jurisdicción europea
2) El contrato de fideicomiso que firmara la Argentina con el Bank of New York en los artículos 5 (disposiciones relativas al Fiduciario), 7 (Modificaciones) y 9 (Disposiciones para la Asamblea de Tenedores) le otorgan a nuestro país posibilidades técnicas y legales para mantener los pagos a los bonistas que han ingresado en los canjes del 2005 y del 2010
3) En línea con lo anterior si el Bank of New York no puede cumplir con el contrato por el cual Argentina le está pagando ya que debe acatar el fallo del Juez, Argentina puede designar un nuevo agente de pago (BCRA o Banco Nación) y convocar una Asamblea de Bonistas a efectos de modificar los bonos con legislación extranjera pasándolos a legislación local y, consecuentemente, estableciendo como nuevo domicilio de pago la CRYL (Central de Registración y Liquidación de Endeudamiento Público del BCRA)
4) Los puntos anteriores representarían una notable recuperación de soberanía modificando decisiones erradas (y caras) que hasta aquí se sostuvieron como tener un banco norteamericano como agente de pago y seguir emitiendo títulos de deuda que resignan soberanía prorrogando jurisdicción
5) Argentina podría invocar y cuestionar el fallo de Griesa apelando al Derecho Público Internacional y tomando en cuenta la legislación vigente en materia de Derechos Humanos. Esto permitiría mantener la reestructuración vigente, sin incorporar mayor deuda y aprovechando el fuerte consenso político internacional existente en cuestionamiento al fallo Griesa y sus consecuencias. Las definiciones del Gobierno de los EEUU, de gobiernos europeos, del resto de los acreedores, del Financial Times, de la UNCTAD y de organismos multilaterales como el FMI en cuestionamiento a los efectos que podría tener el fallo revela que existe margen político para defender la posición Argentina
6) Blanquear la situación fiscal y de endeudamiento. Dicho de otro modo, abandonar la tramposa idea del desendeudamiento señalando que la misma implica la destrucción del Sistema Previsional y del patrimonio del Banco Central
7) En este marco, y manteniendo los pagos tal cual han sido convenidos, planteamos la necesidad de conformar una Comisión Bicameral Investigadora de la Deuda Pública. Será a partir de los resultados de la Comisión y con las pruebas que pudieran demostrarse en materia de ilegitimidad e ilegalidad que se procederá a modificar el esquema de pagos establecido suspendiendo aquellos pagos que no correspondan
8) Establecer una contribución fiscal de emergencia sobre quienes fugaron capitales en la década (más de u$90.000 millones)y sobre quienes detentan activos en el exterior (más de u$200.000 millones)
De lo que se trata es de empezar a recuperar la soberanía pérdida y plantear una estrategia de pago que se descargue sobre los actores económicos que se beneficiaron del endeudamiento evitando que se perpetué la lógica de la deuda que no hace otra cosa que hipotecar el presente y el futuro de nuestro pueblo.