El compañero fundador de la Central de Trabajadores de la Argentina,Víctor De Gennaro, se acercó a votar alrededor del mediodía a la mesa 41, de la sede de la CTA Capital, ubicada en el edificio de Avenida Independencia. Luego de emitir su voto conversó con ACTA, donde hizo algunas reflexiones sobre esta jornada.
-¿Qué se siente votar en la histórica casa de los trabajadores?
Siempre he votado en el sector de trabajo y una vez me tocó votar en la Carpa Blanca, donde estábamos acompañando. Es la primera vez que voto acá y el sentimiento es siempre el mismo, más que venir a la casa de los trabajadores, la casa de los trabajadores se ha dispersado y se ha enraizado en todo el territorio nacional.
Esta casa la inauguramos el 30 de abril de 1993, acá está la síntesis del alma, donde se fue construyendo. Desde acá convocamos a la Marcha Federal; desde acá hicimos la convocatoria con todos los organismos de Derechos Humanos y organizaciones sociales a la marcha del 24 de marzo de 1996; desde acá una y otra vez lanzamos iniciativas como la del FreNaPo, la del Paro del 29 de mayo de 2002, justamente hoy se cumplen 12 años de aquel maravilloso paro. Así que acá está la historia, está el alma, pero lo más importante es que esa alma se ha enraizado en muchas casitas en todo el territorio de nuestro país y sobre todo en el alma de los trabajadores.
-¿Qué expectativas tenemos con estas elecciones?
Esta es una continuación de una historia que ya lleva más de dos décadas y que es que la CTA no cambia de nombre, no cambia de espíritu y se transforma en una historia, que los trabajadores vamos a pelear por la Libertad y la Democracia Sindical. Y yo tengo el privilegio de no ser candidato a ocupar ningún cargo, me tocó estar, estuve un tiempo, pasé. Una de las cosas más importante de los militantes es que tenemos que aprender que somos militantes de los trabajadores y militantes de la vida por nuestra existencia o por decisión, pero los cargos son efímeros, los cargos son una representación que nos dan los compañeros, que es un privilegio y que hay que honrar. Cuando la persona se cree más importantes que los compañeros, ahí se pierde el rumbo.
Desde este lugar, puedo decir que es maravilloso, que me siento feliz de que la CTA haya superado el intento de subordinarse a un gobierno y de fracturarse. Hoy necesitamos más unidad, más fuerza, más potencialidad y en vez de pelearse con nuestros compañeros hay que pelearse con los poderosos, eso es lo más importante.