Se trata de Raúl “Boli” Lescano que está preso desde el 3 de diciembre de 2013 por un escrache. En la madrugada del 2 de mayo, sufrió un accidente cerebro vascular hemorrágico y debió ser trasladado desde el penal de Ezeiza primero al Hospital Interzonal de Ezeiza, y luego a una clínica de Ensenada donde será intervenido quirúrgicamente.
Según explicaron desde la agrupación Quebracho, a través de un comunicado, Lescano arrastra muchos problemas de salud, que fueron sistemáticamente desoídos por el TOF 3, que es el tribunal que lleva la ejecución de su condena. Incluso, un médico de la Corte había dictaminado que Lescano debía tener atención médica permanente, algo que sólo era posible si cumplía condena en su domicilio. Al momento de su detención, el 3 de diciembre de 2013, estaba siendo operado de próstata. Luego sufrió complicaciones renales, y recientemente, había estado internado por una bacteria sanguínea. “Aún con todos estos elementos, con sus abogados solicitando la prisión domiciliaria, el Tribunal evidentemente buscaba que se profundice su estado de salud. El ‘Boli’ se preguntaba en una carta difundida recientemente ‘¿Apuntan a mi muerte? Algo posible por las secuelas de la operación’, agregaron desde Quebracho.
Desde la Liga Argentina por los Derechos del Hombre también emitieron un comunicado en el que manifestaron que Boli Lescano es un sobreviviente del terrorismo de Estado y un luchador popular de nuestros días: “Está preso, condenado y con sentencia ratificada por la Corte Suprema, acusado de haber organizado el repudio a los asesinos de Fuentealba, frente a la Casa de Neuquén en Buenos Aires. Los compañeros de Quebracho están presos y los miembros del Gobierno, los Jefes de la Policía y los que instigaron «manchar las tizas con sangre» están libres. La Argentina de estos días es así, contradictoria y llena de paradojas.
Unos días antes de entrar a prisión declaró en Catamarca por el asesinato de su hermano, víctima del Terrorismo de Estado. Ese día la Justicia lo trató con respeto y consideración: su testimonio es vital para lograr la Memoria, la Verdad y la Justicia que todos dicen anhelar para este país.
Luego lo encerraron una vez más. A pesar de sus enfermedades y operaciones. Para él no valió eso del ‘derecho humanitario’ que los genocidas consiguen con facilidad para reposar, retozar, descansar en sus casas lujosas y enormes.
“Ahora sufrió un Accidente Cerebro Vascular y queremos que todos lo sepan y cada cual a su modo se preocupe y logremos que se recupere pronto. Y salgan, él y su compañero Esteche en libertad, que ya es hora que no haya más presos políticos en la Argentina. Con estas líneas va todo nuestro cariño y toda nuestra solidaridad, y nuestros fervientes deseos de pronta mejoría”, expresaron los compañeros y compañeras de Red Eco Alternativo.
Quienes además publicaron una carta escrita por Raúl “Boli” Lescano en abril de este año en el Penal de Ezeiza, dirigida a sus hermanos, compañeros, camaradas:
“Nuevamente en prisión, como en la Dictadura de Lanusse, de López Rega e Isabel y sus ‘3 A’, de Videla, Massera, Agosti y Martínez de Hoz, del ‘demócrata’ Alfonsín, y ahora con este gobierno y un poder judicial corrupto y clasista.
Son trece las Navidades y Año Nuevo que todos ellos me impidieron estar con mis seres queridos. ¿Pensarán que me doblegarán?
¿Y porque estoy nuevamente en prisión?
Por haber participado de un ‘escrache’ a la madriguera del asesino Sobisch, ex gobernador de Neuquén, quien mandó su policía brava a matar al trabajador, docente y compañero Fuentealba.
Fue un 4 de abril de 2007. Si viuda e hijos siempre lo recordarán y claman por justicia.
Ya no soy el de antaño. Tengo mis 64 años y por el cuero van rodando torturas, huelgas de hambre y ahora una operación de próstata con secuelas. Pero soy el de siempre, con los sueños, luchas y proyectos que me conocen.
Espero, junto a mi compañero Fernando, que nuestra prisión no resulte cómoda para la militancia popular.
La tomamos como es: una revancha de los sectores neoliberales derrotados en el 2001. Hoy se corporiza en nosotros, pero vienen por todos. Frenarlos dará pie al pueblo para resistir y defender los derechos adquiridos y conquistados durante estos 13 años.
Estamos en manos de una “Justicia” Federal (Tribunal Oral Federal N°3) que absuelve a De la Rúa y otros criminales pero condena a militantes populares. Su revancha la prolongan agravando la condena (3 años y 6 meses para mi caso, 3 años y 8 meses para el caso de Fernando) y en agravar las condiciones carcelarias.
Derechos a los que pueden acceder todos los presos nos son negados. Fui revisado por un médico de la Corte que dictaminó que debo tener atención médica permanente. Solo posible cumpliendo la condena en mi domicilio (con la restricción correspondiente).
Pero el Tribunal prefiere que se profundice mi estado de salud (recientemente, en marzo, fui internado en un hospital de Ezeiza) ¿Apuntan a mi muerte? Algo posible por las secuelas de la operación.
Mientras tanto, la ‘justicia’ sigue concediendo prisión domiciliaria a los genocidas.
Como siempre, estoy en manos del pueblo y la militancia popular que siempre me acompañó hasta lograr la libertad.
Boli”.
Fuente: Red Eco Alternativo