La CTAA Capital participó del 3J contra de la violencia machista, la justicia patriarcal y el avance de la derecha, en unidad con compañeras de un amplio abanico de organizaciones con las que se viene construyendo la unidad de los feminismos populares.
Durante la jornada del último sábado, en el marco del octavo aniversario del grito de Ni Una Menos, la CTAA Capital se hizo presente a partir de las 14 horas en el Congreso de la Nación, para decir que «Con ésta justicia no hay ni una menos», en clara alusión a la vista gorda que hace la justicia en la mayoría de los casos de violencia de género que llegan a esa instancia.
Clarisa Gambera, secretaria de Géneros y Diversidades de la CTAA Capital, expresó: “volvemos a estar en la calle en otro ni una menos, esta fecha que para el feminismo es muy importante, a partir de masificarnos, organizar la bronca, volver a decir que nos siguen matando pero que la deuda es con nosotras y nosotres, decir que con esta Corte es imposible pensar en ni una menos pero con este Fondo Monetario Internacional que le pone techo a las paritarias, que ajusta por abajo y que impide que muchas de las demandas que fuimos construyendo en la calle desde los feminismos se concreten, es imposible pensar una Argentina viable».
«Este tiempo que comienza nos va a encontrar en pie de lucha, organizándonos, construyendo lo que se viene con mucha fuerza, sin dar un paso atrás, retrocediendo nada respecto de las conquistas logradas y otra vez construyendo la unidad necesaria para mostrar que el movimiento más dinámico, con más capacidad de llenar las calles, las plazas, los barrios, siguen siendo los feminismos populares», remarcó Gambera.
Por su parte, Jorgelina Sosa, secretaria General Adjunta de la Central porteña, contó: «venimos discutiendo no solo desde nuestra regional sino con el Frente Sindical, tratando en común de encontrar la forma de cambiar este sistema porque solas no lo vamos a poder hacer nunca. Entendemos que todas y todes necesitamos y debemos ser parte de las discusiones para que no haya ni una menos, que realmente seamos libres, podamos caminar en libertad y la violencia hacia las mujeres y diversidades deje de existir. Estamos muy preocupadas por las situaciones que se viven puertas adentro en las casas de nuestras compañeras, por la violencia institucional y la inacción del sistema judicial, y si queremos que eso cambie tenemos que armar un gran frente con una discusión profunda y un debate sincero, en el que no haya censura de ningún tipo para nadie, entendiendo que los pensamientos diferentes son los que construyen. Tenemos que seguir caminando juntas».
Bajo la premisa «vivas, libres, desendeudadas y en las calles nos queremos», la jornada transcurrió con diversas intervenciones artísticas, performáticas y comunicacionales que crearon un coro multifacético y con las últimas luces del día, el escenario sobre la avenida Entre Ríos se convirtió en el centro de atención: Era el momento de la lectura del documento consensuado por todas las organizaciones con la participación de distintas compañeras por turnos ante el micrófono.
Desde allí, a su turno, Clarisa Gambera hizo tronar el aire al sentenciar que «El hambre es violencia: Basta de pagar la deuda con el Fondo Monetario Internacional. El ajuste recae sobre nuestro trabajo pago y no pago. Nuestras jornadas laborales triples están cada vez más precarizadas. No llegamos a fin de mes y estamos cada vez más endeudades para sobrevivir. Que la deuda la paguen quienes la fugaron, no con nuestros cuerpos, no con nuestras vidas. El ajuste del FMI no puede ser el techo de la paritarias salariales, ni de las moratoria, ni de las jubilaciones.
A continuación, el documento completo leído desde el escenario principal.