Durante la mañana de ayer la CTAA Capital acompañó el inicio del juicio al represor Mario Sandoval en el TOF 5 del Juzgado de Comodoro Py, por el secuestro, imposición de tormentos y desaparición de Hernán Abriata, en octubre de 1976.
* Por Matías Levin
La crónica de los hechos indica que el 30 de octubre Sandoval, quien integraba la Policía Federal, formaba parte de una patota de la Escuela de Mecánica de la Armada con la que llegó a la casa de los padres del estudiante de arquitectura y militante de la Juventud Universitaria Peronista, Hernán Abriata, detonaron un artefacto explosivo en la puerta y utilizaron un megáfono para ordenar la evacuación del lugar mediante amenazas. Una vez requisada la propiedad, familia y patota ingresaron nuevamente y uno de los integrantes de ese grupo se identificó como inspector Sandoval.
Carlos Loza, integrante de la Secretaría de Derechos Humanos de la CTAA Capital y testigo de la causa, contó: “como residía junto a su esposa, Mónica, en otra vivienda cercana, su padre fue obligado por los represores a conducirlos hacia ese lugar donde nuevamente Sandoval se presentó de la misma forma y fue el último que salió de la casa llevándose a Hernán. El 1 de noviembre de 1976 la familia presentó la denuncia: la madre, el padre, la cuñada y una de sus hermanas presentes en la casa familiar, y luego también Mónica, declararon que uno de los integrantes de la banda se identificó como Inspector Sandoval. O sea que esa información se tiene desde hace casi 46 años. No se trata de algo fortuito”.
El juez que tomó la causa en ese momento investigó la existencia de Sandoval entre las filas de la Policía Federal y el resultado fue positivo: prestaba servicio en la Superintendencia de Seguridad Federal, en el Departamento de Asuntos Políticos. Lo citaron a declarar y negó su participación en el hecho, aunque declaró que realizaba comisiones policiales.
El relato de Loza, compañero de encierro de Abriata en la ESMA, da cuenta del compromiso y la solidaridad entre militantes: “En la madrugada del 6 de enero de 1977 fuimos liberados. En febrero Rodolfo Pichen y yo buscamos la farmacia de la familia de Hernán, con los datos que nos había dado, pensando que él también había sido liberado, pero no fue así. Entonces hablamos con la familia y les dijimos todo lo que sabíamos de él. Cuando terminó la Dictadura y se reabrieron las causas que se habían cerrado, la familia y quienes compartimos cautiverio con él en las ultimas semanas de 1976, principios de 1977, fuimos llamados a declarar. Luego vinieron los gobiernos post dictatoriales, las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, los indultos y recién en 2003 se le dio un nuevo impulso a los juicios y acá estamos, dando testimonio como nos comprometimos”.
Mario Sandoval se radicó en Francia a partir de 1983, donde desarrolló actividades relacionadas al gobierno de ese país, entre otras cosas fue profesor de la Sorbona en París y a partir de una denuncia que él hizo a publicaciones francesas que reprodujeron un artículo de Nora Vieyras en Página 12 en 2008, donde se cita el legajo de Conadep que lo mencionaba, quedó al descubierto su paradero y el Juez Torres decidió pedir la extradición por el caso de Abriata y otros 600 casos.
El proceso llevó aproximadamente 8 años y en todo ese tiempo, con las audiencias que se llevaron adelante en París y Versailles finalmente se decidió la extradición y la prensa de CTAA realizó un video que fue subtitulado al francés y fue clave en la causa.
Este juicio continuará llevándose a cabo los días miércoles por la mañana en el TOF 5, ubicado en el juzgado de Comodoro Py, de manera presencial y puede seguirse mediante la transmisión en vivo que realiza La Retaguardia en Canal 2 de YouTube https://youtu.be/g4kxpInkniE