El domingo 10 de octubre la CTA Capital junto al Observatorio del Derecho a la Ciudad, la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la UBA, la Defensoría de Laburantes, el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, Unidad Popular, la Coordinadora BFS, Alianza por el Clima y la Red Universitaria de Cambio Climático organizaron un festival en la entrada de la Reserva Ecológica en defensa de la Costanera Sur y los humedales.
Este festival cultural con bandas, solistas y batucadas en vivo convocó a miles de ciudadanos y ciudadanas en el marco de la campaña por una Costanera Verde Pública, impulsada por cientos de asambleas, organizaciones ambientales, sociales, feministas, culturales y colectivos de la Ciudad, que comenzó defendiendo la Costanera Norte y detuvo la venta de Costa Salguero.
Desde que el Gobierno de la Ciudad anunció que junto al grupo económico IRSA iba a construir un nuevo Puerto Madero con torres de hasta 145 metros de altura en el predio destinado históricamente a la ex Ciudad Deportiva de la Boca, al lado del barrio popular Rodrigo Bueno y la Reserva Ecológica, la Campaña se abocó también a la defensa de la Costanera Sur. Particularmente a este predio de casi 72 hectáreas que alberga uno de los pocos humedales que le quedan a la Ciudad.
A este megaproyecto inmobiliario denominado Costa Urbana, aprobado por la legislatura porteña en primera instancia, le queda atravesar una Audiencia Pública antes de su segunda votación, donde el conjunto de la Ciudadanía podrá pronunciarse sobre el tema desde múltiples miradas.
María Eva Koutsovitis, de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria (CLIC) y el Frente Salvador Herrera de la CTA (FOSH-CTAA Capital) , dijo: “El proyecto es la síntesis de un absurdo ambiental y social: los consensos globales, en el marco de la crisis climática, definen la importancia estratégica de recuperar los bordes costeros para mitigar el ascenso del nivel de las aguas, recuperar y preservar los humedales y generar bio corredores que permitan el acceso de los vientos desde las costas para atenuar el efecto de isla de calor urbana y mejorar la calidad del aire que respiramos. Pero a contramano del mundo, la propuesta del GCBA no sólo va a destruir el humedal costero, sino que va a generar un conjunto de impactos ambientales irreversibles para la Reserva Ecológica y el conjunto de la Ciudad que incluyen la modificación de la circulación de los vientos, del escurrimiento superficial y subsuperficial de las aguas, de las condiciones de asoleamiento y además de generarse importantes impactos sonoros, impactando de lleno en la calidad del aire, en el aumento de inundaciones y la temperatura, además de poner en riesgo la biodiversidad que habita en la reserva”.
Franco Armando, secretario de Organización de CTA Capital, aseguró que “así como fuimos miles en las bicicleteadas ciudadanas, las radios abiertas, los fines de semanas en las volanteadas en la puerta de la Reserva y en este festival cultural de domingo, tenemos que ser miles en la Audiencia Pública para una vez más decir NO a las Torres y SI a los Humedales”.
Alejo Caivano, de la Defensoría de Laburantes, dijo que el festival “es parte de una campaña a pulmón, donde sabemos que tienen que estar las prioridades de la ciudadanía: defendiendo la costanera verde, enfrentando las torres y los planes de este gobierno de exclusión para las mayorías y privilegios para sus empresas y familias. Queremos que todas y todos sepan que nuestro futuro está en estas batallas y en la organización colectiva que podamos darnos para construir otra ciudad”.
Por su parte, Jonatan Baldiviezo, del Observatorio del Derecho a la Ciudad, evaluó que “la ciudadanía porteña cada vez tiene más conocimiento de los grandes negocios inmobiliarios que hace 30 años se realizan en la Costanera. Por eso, cada vez es más fuerte la voz y la voluntad de recuperar la totalidad de la costanera para el uso común y para fines ambientales y sociales porque aquí hay un 1 por ciento que quiere despojar y apropiarse del entorno ribereño a costa del 99 por ciento que quiere y merece disfrutarlo”.
La Campaña por una Costanera Verde Pública organizó multitudinarias bicicleteadas ciudadanas y presentó, con el apoyo de miles de firmas y organizaciones, dos proyectos de ley alternativos para recuperar la Costanera Norte y el predio de la Costanera Sur, transformándolo en una nueva reserva ecológica. Impulsó radios abiertas, encuentros de jóvenes y durante meses todos los fines de semana llevó a cabo talleres y volanteadas en la puerta de la Reserva Ecológica convocando a la ciudadanía a anotarse en la audiencia pública.