El Gobierno Nacional anunció ayer que la Comisión Bicameral tendría definida la fórmula de movilidad para los sueldos de las y los jubilados a partir de 2021. Esta fórmula no recompone lo que los jubilados llevan perdido desde 2018 y lleva a plantear como subsanarlo.

* Por Secretaría de Previsión Social CTAA Capital

El reciente anuncio sobre una nueva fórmula de movilidad para los sueldos de los jubilados, a partir de 2021, sin recomposición de todo lo perdido, da cuenta de una decisión política que relega la cuestión de la propia vida de uno de los sectores más vulnerables de la sociedad, en función de atender otros asuntos.

En efecto, los haberes jubilatorios perdieron 6% en el «empalme» de las leyes de movilidad en 2018, un 19,5% durante los años 18 y 19 y, en lo que va del año, apunta a superar otro 20% de pérdida. Con esta pérdida de casi un 50%, los haberes mínimos, quedaron en una cifra que no llega ni a la cuarta parte de la canasta básica.

Recomponer esta situación antes de comenzar con la nueva movilidad es claramente posible, a condición de tomar las decisiones políticas correctas. Restituyendo, solo para las grandes empresas, los aportes patronales eliminados en la década del ’90, estableciendo un impuesto extra del 0,75% a los grandes patrimonios y blanqueando la situación, de al menos la mitad de los trabajadores hoy precarizados, los números «cierran».

El problema no es económico; es político.

Estamos convencidos de que el Frente de Todos, al que la mayoría de los argentinos votó para terminar con la impronta neoliberal, se debilita con el rumbo que plantea para la política previsional. Se debilita porque provoca el desánimo de la gran masa de jubilados que vuelve a sentirse «el último orejón del tarro» y que le mintieron con la promesa de campaña del 20% de recomposición. Se debilita, porque insiste en el rumbo de ajuste (Presupuesto 2021 para muestra) y no valora el fortísimo efecto reactivador que supondría sacar a siete millones de jubilados de la pobreza. Se debilita porque cede, porque otorga a los poderes económicos concentrados, porque en lugar de «movilidad» de la que habla la Constitución, piensa en «indexación» como le dice el FMI, porque no se apoya en un pueblo que ha demostrado sobradamente que está dispuesto a hacer valer sus derechos en las calles.

¡Recomposición ya, de los haberes perdidos!. ¡Ningún jubilado por debajo de la línea de pobreza!. ¡Por una fórmula de movilidad que no nos haga perder frente a la inflación!. ¡Por la recomposición de los ingresos de ANSES y la reparación del FGS vaciado!

Secretaría de Previsión Social CTAA Capital

11 de noviembre de 2020

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