Durante la jornada del sábado 10 de agosto se llevaron a cabo, en la Casa Cultural Pepa Noia, las dos primeras mesas correspondientes al primer encuentro del Espacio de Formación y Diálogos, organizado por la Escuela de Feminismo Popular Nora Cortiñas, junto a la Asociación Historia de las Mujeres y Estudios de Género (AAIH MEG) y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE).

* Por Valeria Garay

Clarisa Gambera, secretaria de Géneros de la CTAA Capital e integrante de la Escuela de Feminismo Popular Nora Cortiñas, fue la encargada de dar la bienvenida y de presentar la Escuela para quienes no la conocen: “La Escuela Popular Nora Cortiñas es una iniciativa que ya lleva más de dos años, que construimos compañeras de ATE, de la CTA Autónoma, compañeras independientes, y que surge por la necesidad de pensarnos en clave feminista en organizaciones mixtas, donde era y sigue siendo muy difícil dar algunos debates, tomar iniciativas y pararnos desde esta identidad. A nosotras esta Escuela nos permitió encontrarnos con un montón de compañeras de otros espacios que están pensando cosas que nosotras veníamos problematizando. La Escuela Feminista es un espacio abierto a encontrarse con otros espacios para tener más fuerza.”

Este primer encuentro estuvo coordinado por Valeria Pita, de la AAIH MEG. Y contó con dos mesas, la primera, que se desarrolló por la mañana, fue sobre Trabajo de Mujeres, lesbianas, trans, travas y no binaries, y la segunda, que funcionó después del almuerzo, sobre Precariedades.

Fiorella Maranessi, integrante de la Escuela de Feminismo y compañera importante en la organización de la actividad, en la articulación con Valeria Pita, comentó: “Si bien se ha hablado mucho del trabajo, me parece que algo muy rico es actualizar la idea de trabajo, porque hay realidades que son absolutamente nuevas. Para mi, el cruce entre gremialidad, feminismo y clase es absolutamente central e ineludible. Así que en esa línea estuvimos trabajando mucho, para que este encuentro sea rico y que haya distintas voces.”

Por su parte, Valeria Pita, expresó: “Hace un año y medio vine por primera vez a la Pepa a charlar con las compañeras. Desde la Asociación Historia de las Mujeres y Estudios de Género nos estamos aglutinando personas que nos dedicamos a la docencia y a la investigación para poder enfrentar estos tiempos de neoliberalismo y precariedad laboral. Juntas pensamos que una manera para articularnos era a partir de nuestros trabajos; entonces actividades como estas, no solamente es venir y participar, es venir y crear desde cero una actividad que nos reúna en nuestras singularidades. La idea de esta actividad es repensar algo que nos es tan propio y que nos han expropiado al punto de que no siempre pensamos que lo que hacemos es trabajo”.

Si bien el encuentro tuvo un formato de ronda, donde la voz circuló entre todas las presentes, hubo un panel que propuso temas disparadores. El panel de la primera mesa estuvo compuesto por Carina Rodriguez Enriquez, economista feminista, Doctora en Ciencias Sociales, Investigadora en el CIEPP e integrante de DAWN; María Inés Fernández Álvarez, ICA, FFyL, UBA-CONICET; Daniela Ruiz, actriz/directora de Siete Colores Diversidad Docente de teatro de la Ciudad de Buenos Aires, artivista feminista y abolicionista, y Belén Rosas, OLP-Secretaria de las mujeres y la diversidad de CTEP.

Algunos de los temas disparadores fueron las posibles miradas en torno a la construcción de los significados y las políticas sobre los trabajos de mujeres y los trabajos feminizados en contextos de precarización laboral. ¿En qué trabajamos las mujeres, lesbianas, trans, travas y no binaries? ¿De qué hablamos cuando decimos trabajos de mujeres y trabajos feminizados? ¿Por qué es importantes? ¿Qué representan? ¿Cómo lo toma el Estado? ¿Qué significa el trabajo de las mujeres, lesbianas, trans, travas y no binaries para los Estados?

Daniela Ruiz, actriz/directora de Siete Colores Diversidad, Docente de teatro, ‘artivista’ feminista y abolicionista abrió el panel y expresó: “En la comunidad travesti, trans, es impresionante ver cómo se nos va la vida, los tiempos son cortos; el promedio de vida es de 35 años; 47 muertas hay este año. No es tan fácil ingresar al sistema y cuando ingresás al sistema cómo te ven, dónde empieza y dónde termina la sororidad. Ahí entendemos que hay un montón de cuestiones alrededor que no estamos viendo, porque no hay espacios.”

A su turno, María Inés Fernández Álvarez, ICA, FFyL, UBA-CONICET, comentó en su presentación: “Llama la atención cómo sigue persistiendo en el proceso de organización una división sexual del trabajo, las mujeres sostienen todo el trabajo pequeño y al mismo tiempo la principal referente de la cooperativa compuesta mayoritariamente por varones, es una mujer”.

Por su parte, Belén Rosas, OLP-Secretaría de las mujeres y la diversidad de CTEP, analizó: “En CTEP nosotras nos pusimos a tratar de generar números y más del 80% de los espacios de economía social somos mujeres; se ve en las calles, se ve en los barrios y en el único lugar que esto no se ve es en las cúpulas. ¡Cuántas cosas hacemos las mujeres! Desde hace un tiempo nosotras planteamos esto de la triple jornada laboral y la frase que usábamos para sintetizar esto era ‘A las mujeres organizadas, tres salarionos deben’”.

Para cerrar la presentación de la primera mesa, Corina Rodriguez Enriquez, economista feminista, investigadora del Conicet, reflexionó sobre cómo el Estado, a través de sus políticas públicas nos ve y nos construye y las implicancias que eso tiene y comentó: “La supervisión del Estado sobre el ejercicio de la maternidad de las mujeres más pobres no está presente para el resto de las mujeres. No solamente hay una concepción restrictiva de las mujeres como madres, sino que además hay una visión clasista del Estado y una presunción de que las madres pobres son malas madres y esa conducta hay que corregirla”.

Luego de la exposición del panel, la ronda continuó con la participación de todas las compañeras presentes. Al mediodía hubo un corte para almorzar un rico guiso, muy oportuno para atenuar el frío del sábado. Tras el almuerzo ofrecido por las compañeras de la Casa Cultural Pepa Noia, se desarrolló la segunda mesa de Formación y Diálogos. El tema fue Precariedades, nuevas y viejas formas de trabajo, estrategias en tiempos de desempleo y endeudamiento.

Segunda Mesa: Precariedades

El panel estuvo compuesto por Flora Partenio, Doctora en Ciencias Sociales, UNAJ, DAWN, Cátedra Libre Virginia Bolten; Celeste Perosino, Arqueóloga, Ex subgerenta de Promoción de los DDHH, BCRA; Ailín Meédez, Feminista, Trabajadora Estatal y Lourdes Martínez, de la Comisión de géneros y urbanización – Bachillerato Popular Alberto Chejolán Villa 31.

Flora Partenio, fue la encargada de abrir la segunda ronda: “La falta de ofertas de cuidado y la sobre carga de cuidados para muchas de nosotras genera circuitos de precariedad, porque esos circuitos tienen que ver con que ese deficit mundial que hay de cuidados y esa demanda que hay sin satisfacerse, eso termmina generando grandes limitaciones para las mujeres en diferentes etapas de sus vidas. Son limitaciones también en el mercado laboral, generando todo tipo de brechas.”

A su turno, Ailín Méndez, feminista, trabajadora social, trabajadora estatal, habló sobre la precarización laboral y la precariedad en la vida: “El Estado es el mayor empleador de les trabajadores sociales y el rol que tenemos es la ejecución terminal de las políticas sociales -no hay una cuestión de poder armar políticas sociales- esas políticas públicas lo que hacen es ampliar los distintos niveles de fragmentación y sectorialidad, y que esos contextos son también precarios. Y así también se nos precariza la vida, porque muchas veces no está muy claro lo que tenemos que hacer, nuestras prácticas tienen mucha soledad y una va haciendo lo que puede”.

Por su parte, Celeste Perosino, Ex subgerenta de Promoción de los DDHH BCRA agregó: “Creo que en este contexto de crisis, de tarifazo, como en el que nos encontramos, podemos empezar a hablar de triple explotación. Sumar al eje de explotación reproductiva y productiva, la explotación financiera. Es decir, no habría producto financiero si de eso no pudieran extraer una renta altamente redituable las finanzas. Lo que genera las condiciones de posibilidad de que las mujeres sean endeudadas son políticas económicas de precarización y de ajuste. Las finanzas vienen a extraer una renta sustancial del cuerpo de las mujeres y vienen a cumplir un rol importante a la hora de explotarnos.”

Por último, para cerrar la segunda mesa, Lourdes Martínez, de la Comisión de géneros y urbanización Bachillerato Popular Alberto Chejolán Villa 31, expresó: “Desde que comenzó la urbanización en el barrio comenzaron a pasar cosas nefastas en contra de las mujeres. Venimos trabajando a pulmón en el Bachillerato y no lo quieren reconocer y abren un polo educativo que a los pocos días se le cayó el techo.”

El segundo encuentro del Espacio de Formación y Diálogos se desarrollará el sábado 7 de septiembre a partir de las 10 de la mañana, también en la Casa Cultural Pepa Noia. Quienes deseen inscribirse para participar pueden hacerlo a escuelafeminismopopular.norita@gmail.com.

Fotos: María José Grenni

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