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Estas paritarias se dan en un contexto donde los salarios docentes siguen desde lejos y por detrás a los aumentos de precios. Pero en este caso, la crisis económica es mucho más aguda, y muestra un escenario donde la devaluación del peso alcanzó un 25% en menos de un mes y lleva acumulada más de un 60% en el último año. Los aumentos de tarifas, en el transporte, los combustibles, los peajes y en los alimentos ponen contra las cuerdas a todos los que vivimos de nuestro salario, confiscado día a día por la inflación. Sólo entre diciembre y enero 500.000 trabajadores más estarían bajo la línea de pobreza.

Desde el gobierno nacional y los gobiernos jurisdiccionales están planeando el cierre de las paritarias por decreto si no se aceptan las sumas y las condiciones propuestas. En la primera reunión de la Mesa de Negociaciones Paritarias de la Ciudad el Ministro Bullrich planteó un aumento que no vaya más allá del 22 o 23% repartido en tres cuotas y sin reapertura a mitad de año. Esta fue la propuesta. Mientras tanto, los funcionarios se han otorgado dietas que superan el 1000% de nuestros salarios, los mismos que nos tratan de «irresponsables» y desestabilizadores por pelear por un salario acorde a los costos de vida, y los que han otorgado aumentos de hasta el 100% a las fuerzas represivas.

El sueldo de los docentes es uno de los más castigados históricamente. En 2013 tuvimos  un aumento salarial muy pobre con sumas por fuera del básico y en cuotas que fue rápidamente carcomido por la inflación. Los trabajadores no somos los causantes ni de la inflación ni de la actual crisis económica. Al contrario, la docencia porteña está ‘obligada’ cada vez más, a trabajar dos o más cargos, a tomar más horas cátedra para poder vivir, dado lo absolutamente insuficiente de nuestros salarios. Esto tiene consecuencias directas sobre las condiciones de trabajo y el proceso de enseñanza aprendizaje.

Vemos, además, un fuerte proceso de ajuste y privatización cuya máxima expresión está contenida en la reciente inscripción online que persigue una masiva transferencia de matrícula de las escuelas públicas a las privadas, una distribución arbitraria de la matrícula que sobrepuebla algunas aulas, deja sin vacante a miles de niños y jóvenes y prepara el cierre de grados y cursos, a la vez que se presenta como ‘solución’ la instalación de aulas-contenedores, sin estar acompañado de un plan serio de construcción de escuelas y jardines.

Desde Ademys se plantea en la Mesa Salarial y de Condiciones Laborales:

·         $ 6000 de básico inicial para el cargo testigo y su equivalente en horas cátedra;

·         Salario inicial de $ 8000 de bolsillo por cargo testigo;

·         Recomposición de la escala salarial: todas las sumas deben ser incorporadas al básico;

·         Basta de topes salariales.

·         Reformulación de la jornada laboral.

·         Reapertura de la Mesa Salarial trimestralmente

$ 8.000 de salario inicial para el cargo testigo y $ 6.000 de básico

Construcción de jardines y escuelas; ningún pibe sin vacante

Asamblea abierta con mandato, 20 de febrero, 18 hs CTA Capital

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