Obligar a parir a una nena de 11 años es tortura y vulnera el derecho de acceso a la Interrupción Legal de un Embarazo (ILE). Una nena que manifestó que quería que le saquen lo que el viejo le puso que no fue escuchada y a quien se le negó el aborto no punible en caso de embarazos producto de una violación y con graves consecuencias para su salud.
* Por Clarisa Gambera, secretaria de Género de CTAA Capital
Esta estrategia ilegal es violencia y debe tener consecuencias para quienes ante una situación donde debería implementarse una práctica que no supone riesgo ni complicaciones sin demora deciden dilatar los plazos para que avance un embarazo forzado.
Lxs funcionarios públicos que ejercen violencia y desconocen los derechos consagrados para mujeres y niñas en acuerdo con sectores anti derechos deben tener consecuencias porque son responsables de someter a una niña a tortura y este es un es un hecho aberrante.