24oct2018-liberacion-06-585La Conducción de la CTA Autónoma, encabezada por Ricardo Peidro y Hugo “Cachorro Godoy”, así como por Pablo Spataro, el Colo de Isasi, Margarita Noia y Pancho Banegas, entre otros dirigentes, acompañados por Norita Cortiñas y decenas de compañeros y compañeras permanecieron en la Comisaría 43, ubicada en Chivilcoy 453, en el barrio porteño de Floresta, hasta que liberaron a todos los detenidos. Los equipos jurídicos de CTA-A Nacional y de CTA-A Capital fueron imprescindibles para la liberación. Hablan los abogados Hernán Luengo y Pablo Kleiman.

Para desalojar la Plaza de los Dos Congresos y poder imponer la ley del Presupuesto 2019, de Macri y el Fondo Monetario Internacional, en medio de un clima de tensión, con un escenario militarizado digitado por los ministros Patricia Bullrich y Martín Ocampo, las fuerzas represivas desataron una cacería de manifestantes que concluyó con innumerables heridos y 27 detenidos, entre los que se encontraron militantes de la Central y trabajadores del Astillero Río Santiago.

“La mitad de los detenidos se dividían entre la Garganta Poderosa, trabajadores del Astillero, pero también había compañeros de la municipalidad de Avellaneda de ATE, así como de Ensenada, dos venezolanos, un ciudadano turco y un vendedor ambulante”, detalló Hernán Luengo, abogado de la CTA-A.

liberados1Tanto Luengo como Kleiman destacaron que la policía avanzó con las motos: “salieron a cazar gente, a los compañeros de Astilleros los agarraron sobre la calle Yrygoyen, a tres cuadras del Congreso, porque quedaron sin poder ir a ninguna parte, cuando los cazaron ya estaban en retirada, quedaron a la izquierda de donde salimos, se demoraron y los agarraron”.

A otro grupo, los detuvieron casi llegando a la 9 de julio. “Los Medios y hasta Pichetto dijeron que los detenidos venezolanos eran supuestamente del servicio de inteligencia de Maduro y son pibes que se manifiestan en las redes hace años en contra del Gobierno venezolano: uno trabaja en un parripollo y el otro reparte volantes. Pichetto está pidiendo la expulsión del país”, dijeron los abogados.

El ciudadano turco estaba en un hotel de la calle Callao, “salieron a cazar a cualquiera y meter a cualquiera en el calabozo. Hoy les tocaba declarar a las 9 de la mañana a compañeros que estuvieron hasta las 4 de la mañana en el calabozo, por eso pedimos una prórroga de 10 días. Seguramente sean citados a declarar en los próximos días. Están imputados por daños y resistencia a la autoridad”, explicaron.

Tanto Luengo como Kleiman destacaron que la pronta liberación fue posible gracias a la masiva presencia popular: “A los extranjeros no los querían dejar salir, de hecho fueron los últimos en salir. La presencia de Norita fue fundamental porque llegó prácticamente primero que todos y estuvo dos horas y media con los compañeros dentro del calabozo: eso es lo que a nosotros nos abre el camino para poder entrar porque no nos querían dejar entrar a ver a nuestros defendidos”.

Contrariamente a lo que dice la Constitución, que los detenidos tienen el derecho a contar con la presencia de un abogado en el momento de la detención, Kleiman y Luengo pudieron ingresar a verlos 5 horas después de las detenciones, luego de prácticas que recordaron las épocas más violentas de la última dictadura militar: “tardamos dos horas y pico para saber dónde estaban detenidos, no nos querían decir dónde estaban. Estuvimos recorriendo varias comisarías en las que nos decían que de ahí iban a ser trasladados y después de una hora nos decían que al final no, que iban a estar en otra. En el medio no sabemos dónde estaban. Había detenidos que necesitaban asistencia médica”.

Vale aclarar que la asistencia médica también la brindó la CTA-A porque el Same nunca llegó al lugar: “una chica militante que es médica, la doctora Lagos, que estaba ahí entre los manifestantes fue quien comprobó el estado de los detenidos”, dijo Luengo.

“La presión popular fue clave, desde los calabozos se sentían los gritos de la gente pidiendo la liberación”, explicó Kleiman.

Además de Luengo y Kleiman, también estaban Verónica Quinteros y Nicolás Tauber, abogados de la CTA-A y de Liberpueblo y otros 13 abogados más. “Cualquier persona detenida tiene el derecho de ver a un abogado, es inconstitucional lo que hicieron, hacernos esperar 5 horas para ver a nuestros defendidos. Hay una violación a los derechos de defensa sino te permiten ver a tu abogado apenas sos detenido”, explicaron.

Ricardo Peidro, secretario general de la CTA-A, quien estuvo hasta que liberaron a todos destacó el trabajo de los abogados: “Si no hubieran estado ellos, los detenidos hubieran tenido que pasar la noche en los calabozos con todo lo angustiante que es no saber cuándo iban a salir”.

Fuente: Agencia CTAA| www.agenciacta.org

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