Las compañeras de la secretaría de Género de la Central porteña participaron este martes 23 de octubre de la Intersindical Feminista y conversaron con la escritora Silvia Federici, que está visitando el país, presentando su libro “El patriarcado del salario”. Estuvieron presentes en dicho encuentro Clarisa Gambera, secretaria de Género de la CTAA Capital; Hebe Maestri, secretaria Gremial, junto a Laura Kniznik, secretaria General Adjunta de la Regional Norte, entre otras compañeras de la Capital y Silvia León, secretaria de Género de la CTAA Autónoma Nacional.
“Nos pusimos en común, en este territorio que nos propone este feminismo de clase y popular: TRABAJADORAS SOMOS TODAS. Esta idea puede resumir la conversación que compartimos con mujeres de las centrales sindicales de la Argentina, alrededor de la presencia y la palabra de Silvia Federici, «La bruja mayor». Así logramos un paso más en el desafío de fortalecer espacios de unidad de acción en la lucha para enfrentar esta etapa de profundización y avance del neoliberalismo en la región y de articulación de estrategias desde el feminismo para fortalecer la participación de las mujeres en sus organizaciones, buscando transformar estructuras que nacieron patriarcales y entonces reproducen la subordinación de las mujeres”, explicó Clarisa Gambera, acerca del encuentro con la escritora feminista.
“Hablamos de la importancia de confluir mujeres de las diversas expresiones de la organización de la clase trabajadora con vocación de unidad, en medio de la fragmentación del campo popular, sabiendo las tensiones que nos recorren. Se habló de desobediencia, recordando cuando nos animamos a decir ‘Paramos!’ ese 19 de octubre de 2016, que volvimos acción política la rabia y cuando se puso en discusión si era posible llamar a paro desde las mujeres y se fueron dando procesos para construir ese paro en sectores diversos. También dijimos desobediencia cuando caracterizamos la reacción violenta, reaccionaria, conservadora que estamos atravesando como respuesta a la organización que pudimos mostrar las mujeres, capaces de organizar la resistencia a la avanzada regional de las derechas, y generar luchas de avanzada por derechos y la capacidad de poner en marcha un movimiento internacionalista de lucha”, agregó Clarisa, en cuanto a los temas tratados en la reunión.
Algunas reflexiones apuntadas al calor de la charla…
LA IMPORTANCIA DE NO ESTAR SOLAS, TENER UNA RED DE MUJERES
Nos hace poderosas. Se cuidan cuando saben que estamos organizadas con otras, por convicción o por las dudas de lo que les pueda pasar.
No deberíamos perder energía en educar a los varones, es importante fortalecer a las mujeres y cuidarse de quienes sabotean la lucha por el cambio social que proponemos, sean varones o mujeres (de los que atacan a las mujeres, de quienes atacan la organización de las mujeres y de la apropiación institucional del feminismo).
EL PATRIARCADO DEL SALARIO
Se trata de construir una imagen de producción capitalista más amplia que la que nos han mostrado los compañeros de la izquierda. La cadena de montaje comienza en nuestras camas, en nuestras cocinas.
¿POR QUÉ ESTA PRODUCCIÓN ES INVISIBLE SI ES TAN IMPORTANTE?
Justamente es invisible porque es tan importante.
La acumulación del capitalismo es a costa del trabajo y de la vida de las mujeres. No podemos luchar por las condiciones del trabajo extra doméstico sin tener en cuenta las condiciones del trabajo doméstico, no podemos trabajar contra la violencia doméstica si no entendemos que es una forma de disciplinamiento del trabajo doméstico. Que este trabajo es para beneficio de los patrones y que nada tiene que ver con el amor, aunque esa es la trampa. «ESO QUE LLAMAMOS AMOR ES TRABAJO NO REMUNERADO».
No deberíamos luchar por aumento de salario sin detenernos a pensar que el capitalismo construye jerarquías a partir del salario, el salario opera como una herramienta productora de desigualdad que incluye o excluye. Todo el trabajo debería tener salario: TRABAJADORAS SOMOS TODAS.