Esta mañana, dirigentes de la CTA Autónoma Capital denunciaron en la Comisaria 1E, de San Telmo, la emboscada, robo y amedrentamiento al que fueron sometidas ayer al regreso del Encuentro Nacional de Mujeres (ENM), realizado en Trelew. Las compañeras expusieron que a la altura del kilómetro 680 de la Ruta 3 -en Bahía Blanca- el colectivo en el que viajaban fue encerrado en dos oportunidades por autos particulares, fueron abordadas y sufrieron el robo de equipaje. Además, la Policía que se encontraba en un control de tránsito, al ser notificada de la situación, actuó con desidia.
“Veníamos del ENM por Ruta 3, estábamos a la altura de Bahía Blanca y en un momento nos dimos cuenta de que el micro estaba deteniendo su marcha. Vimos que un colectivo de línea vacío nos empezó a encerrar de costado, al mismo tiempo nos interceptó un auto particular que tenía antena y se puso adelanta del micro, bajó un tipo, hizo un ademán como que tenía un arma y el chofer empezó a abrir la puerta diciendo ‘nos quiere ayudar, es un policía’. Nosotras le dijimos que no abriera, el auto venía con las luces apagadas y nos pareció una situación muy riesgosa. Le dijimos que no parara y tuvo que cerrar la puerta porque nos impusimos. En ese momento vimos que se llevaban del buche valijas y que venían otros tipos corriendo atrás”, relató Clarisa Gambera secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTAA Capital, al salir de la comisaría donde radicaron la denuncia.
“Salimos de esa situación y a los pocos kilómetros el chofer volvió a parar el micro, le preguntamos el por qué y nos explicó que le dijeron que en la Ruta 3 estaban robando y que entonces había decidido hacer otro camino. Ese camino era una ruta toda rota, sin iluminación, en el que no había nada. Las compañeras me gritaron que no frenara porque había un auto particular adelante y otro atrás del micro. Los tipos seguían atrás nuestro, nos estaban rodeando el micro y los choferes empezaron a abrir la puerta. Les gritamos, bajamos todas a la cabina de los choferes a decirles que no pararan y finalmente salimos de esa situación”, continúo relatando Clarisa.
“Varios kilómetros más adelante volvimos a la Ruta 3. Ya en esta ruta vimos un control policial y los choferes se negaron a detener el micro. Los obligamos a parar, no por la seguridad que nos da la Policía sino para que la Policía supiera que ya habíamos efectuado varias denuncias al 911, que habíamos activado la aplicación de monitoreo que tienen algunos celulares y que estábamos hablando con la CTAA y los abogados porque estábamos en medio de una emboscada. Ninguno de los cuatro agentes que estaban en ese control de tránsito tenían identificación; nos ningunearon y nos subestimaron. Yo les dije que teníamos muchos años de experiencia militante, que laburábamos en barrios picantes de la Ciudad de Buenos Aires y que sabíamos que lo que acababa de pasar era una emboscada, que no nos cabía ninguna duda y que si ellos nos decían que esto no era nada, eso nos generaba más inseguridad. Entonces, uno de los policías nos explicó que nos habían metido en el barrio El Canguro, una zona peligrosa. El problema es que teníamos que seguir hasta Buenos Aires con los mismos choferes, en esta situación, con la sospecha más clara de que nos entregaron”, explicó la secretaria de Género de la Central porteña.
“Acá estamos, desde la mañana en San Telmo haciendo la denuncia. Verificamos acá que nos robaron dos valijas. Empezamos a relatar en la comisaría los hechos y vimos que hay indicios suficientes para que los choferes estén demorados y esté secuestrado el micro. Ahora estamos viendo qué dice el GPS del micro; viendo la captura de pantalla de los GPS de nuestros celulares nos queda claro, en un momento el micro sale de la Ruta 3 sin nuestro consentimiento y nos llevan a una emboscada. Esto pasó y quedó guardado en nuestros GPS.”, concluyó Clarisa, en relación a la denuncia.
Trelew, un mundo de varones
“Nos encontramos con una ciudad con muchísima desocupación, la gente la está pasando muy mal, hay un montón de sectores que no están cobrando sus salarios. Todo esto lo vivimos, lo charlamos con las personas que estaban vendiendo todo lo que se puede vender para aprovechar que estábamos ahí. También nos informamos sobre las denuncias en relación a cómo opera a Policía en esa zona; la cantidad de prostíbulos que hay ahí; qué significa un lugar con un mundo de varones, claramente los que tienen trabajo y poder son varones en esa ciudad”, resumió Clarisa, sobre lo que las compañeras pudieron conocer de la ciudad que fue sede del 33° Encuentro Nacional de Mujeres.
Por último, la compañera expresó: “Hay momentos en que las mujeres entendemos con mucha claridad qué significa la unidad de acción y que cuando golpean a una nos golpean a todas. Y en esta situación se está viviendo esta unidad y por eso empiezan a aparecer otras denuncias similares y nos damos cuenta de que este no es un hecho aislado, es parte de una avanzada y es una forma de querer castigarnos y aleccionarnos. Trelew fue un hecho histórico e importante políticamente. Cincuenta mil mujeres votamos que vamos a estar el año que viene en la Provincia de Buenos Aires, con lo que eso significa en términos políticos, para frenar esta avanzada. Para decirle a Vidal, una mujer conservadora en alianza con los sectores más reaccionarios, que no vamos a dejar que esto siga sucediendo, que cada vez somos más. Así que vamos a La Plata a construir un Encuentro multitudinario, de millones de compañeras.”
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