WhatsApp Image 2018-10-01 at 15.06.15El 3 de septiembre el gobierno de Cambiemos anunciaba el paquete de reducciones y ajuste oficial, que incluía la eliminación del Ministerio de Cultura creado en 2014 y su reducción a una secretaría subsumida al Ministerio de Educación. La medida genera un enorme retroceso en términos de garantizar el derecho a la cultura de todo el país. A principios de este año ya había habido un “reordenamiento” de la cartera, y desde entonces el rumor de eliminación estaba latente. Con este cambio, también, se abre la incertidumbre sobre cuál será el presupuesto que se asignará para la secretaría y también el rol que dentro de él tendrá la comunidad.

Nicolás Rodríguez Saa, secretario Gremial de la Junta Interna del Ministerio de Cultura, trabajador del Museo del Traje, uno de los responsables de la Comisión de Museos e integrante de la Mesa de Conducción de la CTAA Capital, nos pone luz sobre lo que está actualmente sucediendo con el capital cultural de los y las argentinas.

¿En qué situación se encuentran hoy los museos en nuestro país?

Hoy la situación es llamativa, y debe alertar a todo el conjunto de la sociedad. Por un lado, no se les destina el dinero suficiente y desde hace unos meses prácticamente nada.

Además, debemos atender las graves y peligrosas situaciones que se generan en los edificios nacionales. Es cierto que se está refaccionando el Palacio Nacional de las Artes, el Palais de Glace. Pero también tenemos edificios con problemas estructurales como el Museo Sarmiento, con peligro de derrumbe o el caso del Museo del Traje que tiene una sala cerrada porque también tiene peligro de desprendimiento. Sin mencionar las fachadas o las luces, dentro y fuera de los mismos. Esta situación es apremiante para la cultura, pues muchos de estos edificios son parte del Patrimonio Histórico Nacional. Así mismo, corren riesgo las colecciones que en ellos se resguardan.

Por otra parte, tenemos la situación de los y las trabajadoras que en su mayoría estamos precarizados, contratados de forma temporal o con facturación mensual. Esto no permite que se desarrollen políticas de continuidad y sostenimiento en el tiempo del puesto de trabajo.

Miden el hecho cultural, la política cultural en función de un parámetro que no es la conservación, el desarrollo y la investigación sino en términos cuantitativos de cuántos trabajadores se necesitan para producir lo que necesitan. Contradictoriamente, nosotros realizamos trabajos que no son productivos, un restaurador no tiene un tiempo determinado para su labor, por lo tanto no se puede cuantificar en términos de producción. Lo mismo sucede en cuanto a un productor de guiones, o quienes contestan los pedidos de la sociedad o del público especializado. Dicen que hay personal que está de más y nosotros que falta para poder fortalecer el crecimiento de los museos.

En el interior del país también es apremiante la situación, en el Museo de las Ruinas Jesuíticas de Jesús María se derrumbó un techo histórico.

Desde el punto de vista salarial, el sector de la Cultura cuenta con grandes profesionales formados en universidades de prestigio que no están reconocidos en ninguna de sus tareas. Por ello, nosotros exigimos la resolución del nomenclador de funciones específicas para los museos.

Y como si fuera poco, La noche de los Museos, era un evento en la que todos los museos se exponían ante la sociedad y destinaban fondos, generados por la creatividad de los y las trabajadoras, para contratar actividades para que el público viviera experiencias nuevas. Este año este evento se levantó.

¿Qué significa el cambio de Ministerio a Secretaría de Cultura? ¿Qué implica ello en este contexto?

La degradación del Ministerio a Secretaría, para nosotros es un símbolo y signo del lugar que le asigna a la cultura este gobierno. Días posteriores de este cambio, nos enteramos que van a comenzar a cobrar la entrada a partir de fines de septiembre en el Museo de Bellas Artes. Para las muestras temporarias todos los y las que asistan deberán abonar la entrada y para las muestras permanentes sólo pagarán los y las extranjeras. Esto es un claro indicio de hacia donde dirige las políticas el gobierno; elítiza la cultura, coloca barreras para que sólo algunos puedan acceder a ella. Así como concentran las riquezas económicas, quieren hacer lo mismo con la riqueza cultural.

¿Cuál es el rol de las y los trabajadores de la cultura?

El Ministerio de Cultura no sólo se remite a los museos sino también al conjunto de programas e instituciones históricas como la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares – CoNaBiP – o el Instituto Nacional del Teatro, que promueven el acceso a la cultura en todos los sectores y garantizan la discusión, formación e investigación. Promueven el desarrollo de los artistas y de las diferentes culturas. El Fondo Nacional de las Artes, se vió reducido en su intervención y así con muchas otras instituciones. Actualmente existen muchas situaciones de nuestra cultura, que hoy nos lleva a estar en contra de éstas políticas por parte del gobierno. No estamos dispuestos a ver pasivamente como atentan contra ella y nosotros mismos, por eso nos organizamos y damos pelea.

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