El sábado 7 de abril le ganamos un campeonato al destino: Nico Cepeda, un pibe del sur de la ciudad, se llevó un título metropolitano de los 75 Kgs.
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Pero en realidad ganó el barrio, ganaron los sueños que se hacen desde abajo y con humildad, ganó la Pirelli Boxing Club del Frente Salvador Herrera, que no es más ni menos que un sueño colectivo y comunitario.
Pero más importante que eso aún, es que se ganó sobre todo aquello que se dice sobre sobre los pibes y las pibas de los barrios empobrecidos. No hay destino ni determinación, solo hay condiciones y posibilidades.
Estamos con el pecho hinchado de emoción, no solo por Nico, sus compañeros y sus profes (Leo y Juan), sino porque es una demostración más de que con organización y rebeldía podemos modificar y transformar las bases de una sociedad que se empecina en diferenciar para condenar.
Abrazamos con orgullo a «La Pirelli Boxing Club», parte de un sueño colectivo que está cosechando las semillas de libertad que siembran día a día. En cada uno y una de ellos/as ¡crece la organización! Felicitaciones a todxs lxs que son parte de ese hermoso proyecto comunitario abierto desde el corazón para el barrio.
La historia del Vagón contada por los pibes:
Vagones de sueños
En el barrio Pirelli (ex Villa 17) hay dos vagones de trenes. Quedaron ahí hace más de treinta años. El Gobierno los juntó y los refaccionó para uso del barrio (cumpleaños, bautismos, casamientos) pero con el correr del tiempo los dejaron decaer y quedaron en muy mal estado. Entonces decidimos armar un gym de boxeo. La idea surgió de cinco pibes del barrio a los que les encanta entrenar y hacer boxeo. Se juntaban a entrenar en la casa de uno de ellos, exactamente en el garage donde el papá guardaba su auto, pero el lugar no era el mejor.
Un día surgió la idea de pedirle la llave del vagón al «puntero» del barrio. La llave del lugar la tenía él y por eso «se quedó con toda la movida». Sin embargo, éste accedió sin ningún problema cuando los pibes le contaron para qué lo querían. De a poco y a pulmón (como dicen ellos) fueron consiguiendo sus cosas para entrenar. La mayoría las tenían en sus casas y las fueron llevando al «vagón» (como lo llaman). Esto de ir a pedirle la llave al «puntero» cada vez que querían entrenar ya no les gustaba mucho, porque decían que el «vagón» era de la gente del barrio, no de él. Hicieron copias y cambiaron la cerradura. Le dieron vida a esos vagones que ya nadie usaba y estaban en el olvido. Después de eso surgió la idea de armar el lugar para la gente: chicos, chicas, adultos y niños.
Como no tenían los recursos para conseguir el profesor de boxeo, hablaron con una persona del barrio que pertenece al Frente Salvador Herrera de la CTA, quien decidió ayudarlos consiguiéndoles dos profesores: uno de boxeo y un preparador físico. Ahí fue donde comenzó a funcionar el gimnasio de box al cual llaman «La Pirelli Boxing Club». Hoy en día el gym es de la gente. Tiene más de quince chicos de todas las edades, quienes entrenan dos días a la semana, haciendo un deporte sano y noble que los saca de la calle. Lo que se dice un golpe certero a la desigualdad social y a la marginación.
Escrito para la Bachirevista por Maxi Caprioli (integrante de la Pirelli Boxing Club, egresado del Bachillerato Popular Salvador Herrera) #LaPirelliBoxingClub #CampeónMetropolitano #LaLiga