Ante la presencia de los 410 congresales de todo el país, de Ushuaia a La Quiaca, el secretario general adjunto de la CTA Autónoma, Ricardo Peidro, abrió el Congreso con un discurso que pasará a la historia: ““La libertad y democracia sindical es poder discutir y decidir, y no que nos lleven de las narices. Nadie habla en nombre de nosotros y nosotras sin que lo hayamos discutido y debatido. Tenemos la convicción de que el camino trazado es el que tarde o temprano nos va a llevar a la victoria, con la decisión de luchar, caer y volver a levantarnos hasta que los días se acaben o lleguemos a la victoria”.
Sabemos que acá, en este Congreso, está la mayoría, con las compañeras y compañeros que a lo largo y ancho del país nos hemos visto la cara en cada conflicto, en cada lucha, piquete, huelga, paro.
A veces decimos como una muletilla, que son tiempos difíciles, pero si sabremos de tiempos difíciles los que estamos acá en la Federación de Box, si sabremos de lucha, de resistencia, de organización, por eso nos duele profundamente cuando traicionando esos valores fundantes desde el Grito de Burzaco hasta nuestros días se dejan de lado los valores de la libertad y la democracia sindical.
Nadie habla en nombre de nosotros/as sin que lo hayamos discutido, nadie más allá del cargo que tenga puede decidir, aunque sea el secretario general: por cuestiones legales, queremos pedir la impugnación de la representación que se arrogan.
En estos últimos tiempos hemos sido protagonistas, y estamos orgullosos de las compañeras y los compañeros de todo país que están en todos los conflictos arriesgando todo: el trabajo, la libertad, la vida; la mayoría de ellos y ellas están al frente y los vemos en este Congreso, pero también en cada paro, huelga, resistencia, piquetes.
Nos identificamos con los y las trabajadoras, que sin tener estructura lanzaban las primeras huelgas como Agustín Tosco, Atilio López, René Salamanca, Germán Abdala. Nos identificamos con los compañeros y las compañeras que dieron la vida por revertir esta situación, por eso están acá los 30 mil y nos acompañan en nuestra lucha. A veces erramos el camino pero volvemos a discutir para reencontrarlo.
Estamos orgullosos de las mujeres que protagonizan las luchas y que las vemos llenando las calles como el histórico 8-M. Tenemos que construir, día a día, todos los instrumentos para llegar a la paridad en esta Central y no debe ser un reclamo exclusivo de las compañeras.
Se convoca al paro parando, se convoca a la movilización movilizando, llenando las calles. Tenemos que estar convencidos de que a ninguno/a de los/as compañeros y compañeras que están acá, los voltean a carpetazos. Cuando están en juego los destinos de la clase trabajadora, movilizamos y paramos. No hay que esperar que lleguen de arriba las decisiones.
Este Congreso es clave, así como lo es el del 28 de abril y también las elecciones del 8 de agosto. Estamos construyendo esta CTA con lucha, con pelea, con organización pero también con las elecciones. Estamos construyendo organización, estamos construyendo CTA-A, estamos construyendo en esta lucha la sociedad, el país y el mundo que soñamos.
La libertad y democracia sindical es poder discutir y decidir, y no que nos lleven de las narices. Nadie habla en nombre de nosotros y nosotras sin que lo hayamos discutido y debatido.
Nadie puede decir que mañana funcionará un Congreso si hoy el Congreso está funcionando acá con todos los compañeros y compañeras. Debemos pedir la impugnación de aquellos que se arrogan nuestra representación y hoy no están acá. Fundamos la CTA para defender la unidad de la clase trabajadora cuando el sindicalismo burócrata y empresarial vendía nuestros derechos.
Cada una de nuestras victorias, que conseguimos junto a nuestros compañeros y compañeras, llevarán a la victoria definitiva de la clase trabajadora.
Tenemos que salir con una medida de fuerza contundente para mediados de abril, con la mayor unidad posible. Tenemos la convicción de que el camino trazado es el que tarde o temprano nos va a llevar a la victoria, con la firme decisión de luchar, caer y volver a levantarnos hasta que los días se acaben y alcancemos la victoria. Fuerza compañeros y compañeras.