Invitados por la Confederación Sindical Internacional al encuentro anual entre el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, la CTA-Autónoma comenzó este lunes con una agenda de trabajo que incluye reuniones bilaterales con sindicatos estadounidenses y el coordinador de la campaña electoral de Bernie Sanders, para conocer de primera mano la situación en el contexto del nuevo gobierno de Donald Trump.
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La delegación está compuesta por Adolfo Aguirre, Secretario de Relaciones Internacionales de la CTA y miembro de la conducción nacional de ATE, y Bruno Dobrusin, asesor de la Secretaría de Internacionales.
La asamblea anual del FMI y el Banco Mundial transcurre en un momento de incertidumbre global respecto de las nuevas medidas del gobierno Trump, así como también de los cambios en los lineamientos político-económicos que se pueden venir en Europa. Durante los encuentros en Washigton, se discutieron las visiones del sindicalismo norteamericano respecto del gobierno de Trump, así como sus posibles impactos sobre América Latina.
En la reunión con Kenneth Zinn, Director Político del National Nurses United, el sindicato que más impulsó la campaña electoral de Bernie Sanders, se debatieron las líneas principales respecto de los planes de Trump con el sistema de salud y la incidencia sobre la realidad de los trabajadores, en especial aquellos en situaciones precarias. Zinn comentó que la agenda de gobierno de Trump apunta hacia una ofensiva sobre derechos laborales que impactará fuertemente en el resto del mundo. Esta ofensiva tiene un componente pro-empresarial, mediante exenciones impositivas y cambios en las condiciones laborales, flexibilizando la mano de obra y permitiendo a las grandes empresas sobrepasar legislaciones laborales. A su vez se coincidió con Zinn en la necesidad de tener acciones conjuntas mediante la coordinación que ya se desarrolla bajo el nombre de Global Nurses United, agrupando a sindicatos de enfermeras en todo el mundo.
Por la tarde se realizó una reunión en la sede de la AFL-CIO, la principal organización sindical en Estados Unidos. Allí, reunidos con Kathy Feingold, Secretaria de Relaciones Internacionales, y Brian Finnegan, asesor para América Latina, se intercambiaron visiones sobre el triunfo de Trump y posibles acciones conjuntas entre la central norteamericana y la CTA-A. Quedó claro que en la etapa que comienza es fundamental reforzar los lazos de solidaridad entre nuestras centrales y movilizar alrededor de los derechos sindicales, que se verán afectados por una ofensiva todavía más fuerte que la experimentada durante la etapa neoliberal.
En palabras a Acta, Adolfo Aguirre declaró que “es muy importante para nosotros poder estar presentes en este momento en Estados Unidos y tener una visión de la situación basada en la experiencia de primera mano que tienen nuestros aliados sindicales. Es una etapa crítica para Estados Unidos y por su impacto para el resto del mundo, en donde la incertidumbre domina el espectro político y nuestro campo de acción. Estos encuentros nos sirven para preparar nuestras estrategias de lucha frente a los nuevos escenarios”.
La delegación de CTA-A continuará con reuniones entre el martes y el viernes en el marco de la asamblea anual conjunta del FMI y el Banco Mundial, donde el sindicalismo en bloque presentará posturas críticas a los planes de ajuste cuyo efecto son ampliamente conocidos en la historia reciente de nuestros países.