Desde Prensa de FeTERA entrevistamos a Alejandro Olmos Gaona luego que éste analizara el contrato completo entre YPF y Chevron que habilitó la justicia el pasado 22 de septiembre.
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Olmos Gaona es historiador argentino y asesor desde 2008 del presidente de Ecuador, Rafael Correa, en temas de deuda externa. Es hijo del abogado homónimo, que realizó una histórica investigación y denuncia sobre la deuda externa en Argentina. También es asesor del senador nacional Fernando “Pino” Solanas y siguió de cerca el proceso del pedido a la justicia del senador Rubén Giustiniani (PS) para que YPF mostrara el contrato completo. “Tenemos una soberanía ficcional”, afirmó a FeTERA.
-¿Cuáles eran las cláusulas secretas entre YPF y Chevron?
Primero, quiero remarcar que YPF hizo todo lo posible para no dar a conocer el contrato. Por eso es que el senador Giustiniani presentó un amparo. Si bien la Corte Suprema falló en noviembre de 2015 para que se lo diera a conocer, las actuales autoridades de YPF se negaron a mostrarlo mediante todo tipo de chicanas. Finalmente no tuvieron otra opción porque la Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo avanzó en cumplimiento del fallo de la Corte Suprema, que incluía el allanamiento de las oficinas de YPF en caso que la empresa se negara. Por supuesto que no tuvieron ninguna otra opción que mostrar el contrato.
-Luego de haberlo leído ¿qué fue lo que más le llamó la atención?
Lo que nos llamó la atención del contrato es que no es un contrato donde Chevron invierte a riesgo, sino que es un contrato de préstamo por el cual una firma offshore de Chevron, con sede en (el paraíso fiscal) Bermudas, le presta a otra firma offshore, pero de YPF, con sede en el estado de Delaware en Estados Unidos (a una hora y media de la Casa Blanca), que es otro paraíso fiscal, una suma determinada de dinero en varios tramos, cobrando una tasa de interés del 7% y estableciendo medidas punitorias en caso de incumplimiento. Además de pagarle el dinero, YPF le sede el 50% de lo que obtenga de la explotación de Vaca Muerta (yacimiento de petróleo y gas no convencional). Por otra parte, como siempre pasa en estos contratos, YPF se somete a la jurisdicción de los tribunales de Estados Unidos y Francia en caso de algún conflicto en el cumplimiento del contrato.
Algo significativo es que se han constituido varias sociedades. Son dos offshore de YPF con sede en Delaware llamadas “YPF Shale Oil 1” y “YPF Shale Oil 2”. Además, se constituyó una sociedad en Uruguay y una sociedad argentina de hidrocarburos en Buenos Aires.
-¿Para qué se formaron estas sociedades?
Todavía no sabemos para qué y cómo funcionan todas estas combinaciones societarias. YPF mostró el contrato básico (que incluye las cláusulas secretas). Pero faltan anexos del contrato y, por supuesto, no se entregó desde YPF ninguno de los contratos o apéndices que vinculan a estas offshore (con el contrato principal). Es decir, no sabemos exactamente cómo es la operatoria entre todas estas empresas offshore. Pero en el contrato que YPF sí entregó se puede percibir que se trata de diluir la responsabilidad de Chevron por daños al medioambiente y a las personas en la zona donde se realiza la operación.
-Pareciera ser que esto es sólo una parte ¿qué otra cosa te llamó la atención del contrato?
Bueno, hay más cosas notables de este vergonzoso contrato. Hay que leerlo con mucho detenimiento porque parece deliberadamente escrito con una terminología casi críptica justamente para que no se entienda y para que en el caso de un conflicto legal, Chevron pueda salir indemne por todas las cosas que se firmaron. Llama la atención de que Chevron haya constituido una offshore en un lugar específico y no que sea un contrato entre dos sociedades que operan normalmente y regularmente en el país. Otra cosa que también me llamó la atención es la posibilidad de una evasión de impuestos, porque hay una cláusula donde se establece que YPF se compromete a realizar todo tipo de acciones para evitar el pago de determinados tributos que pudieran corresponder.
Estas son algunas de las cosas que vamos viendo, porque estamos analizando todavía este contrato que fue entregado hace a penas unos días y estamos intentando ver con detenimiento todo. Los que firman este tipo de contratos siempre tratan de que en medio de una cláusula exista un tipo de cuestión que pueda beneficiar a ellos y sea perjudicial para el país. Entonces, si no leemos bien el contrato no podemos tener una visión rigurosa como intentamos tener.
-¿Por qué YPF quería que se mantuvieran en secreto?
Si el contrato fuera transparente y no habría ningún tipo de perjuicio para el Estado no habría problema en mostrarlo por completo. Se llegó al extremo de que en la audiencia que se hizo en la Cámara Contencioso Administrativo Federal, a la que asistí junto a los senadores Giustiniani, Solanas, Linares y Polino, el abogado de YPF, el doctor Luis Rodolfo Bulrrich, dijo que había pedido la audiencia para mostrarle confidencial y únicamente a Giustiniani el contrato porque el conocimiento completo de lo firmado podría traerle problemas muy serios a las empresas YPF y Chevron.
-¿Cómo cuales?
Me llamó la atención lo del abogado de YPF de proteger a Chevron, porque otra cosa que dice el contrato es que en caso de que hubiera alguna inmunidad que protegiera a YPF, dado que su mayor accionista es el Estado con el 51% de las acciones, la propia YPF renuncia específicamente a esa inmunidad. Es decir que si hubiera algún beneficio, YPF también renuncia. Entonces, recapitulando, YPF renuncia a que el contrato se ejecute en el país; hay tribunales en Paris; legislación de EE.UU.; YPF renuncia a una posible inmunidad; un contrato de préstamo, o sea, Chevron le presta plata a YPF; sesión del 50% de lo que se extraiga; constitución de una enorme cantidad de empresas offshore para tratar de eludir responsabilidades y con prestaciones que vaya a saber qué se ha establecido en esos anexos.
Nosotros ya presentamos una nota en YPF para que muestren todo lo que vincula a los contratos de las offshore para conocer exactamente qué es lo que se ha firmado.
-¿Creés que con este tipo de contrato firmado se beneficia YPF y Chevron o a Chevron solo?
Yo creo que acá el único objetivo es favorecer claramente a la petrolera estadounidense. Sabemos que en lo que respecta al petróleo, desde el año 1992 en Argentina ha ocurrido una tragedia. Primero con los decretos desregulatorios, después con la constitución de YPF en Sociedad Anónima, (YPF dejó de ser Sociedad del Estado). Luego con todo el proceso donde YPF terminó en manos de los delincuentes de Repsol que prácticamente la vaciaron porque no sólo se llevaron lo que pudieron sino que repartieron sumas de dinero que no correspondía que se llevaran. Para mí, YPF es una gran parábola de lo que ha significado una empresa que ha sido realmente emblemática. El contrato con Chevron es un paso más en este proceso.
-También el momento de la firma del contrato fue particular.
Lo que también llama la atención es que este contrato entre YPF y Chevron fue negociado a fines de 2012 y no se pudo concretar porque el tribunal de Ecuador pidió un embargo general de todos los activos de Chevron (en un histórico litigo por contaminación producido por la petrolera estadounidense en territorio ecuatoriano). Cuando acá la justicia hizo lugar al embargo no se pudo firmar el contrato. Hubo una serie de apelaciones que realizó Chevron hasta que finalmente la Corte Suprema de Justicia de Argentina, contrariando su anterior jurisprudencia y con la firma negativa del ministro (Carlos) Fayt, decidió levantar el embargo. A los pocos días de esto, la presidente de ese entonces, Cristina Fernández de Kirchner, emitió el decreto 929 y ese mismo día del decreto presidencial se firmó el contrato de manera simultánea entre YPF y Chevron.
-Esto fue firmado durante el gobierno anterior, pero ¿este gobierno qué hizo con el tema?
Este gobierno de Macri, en una continuidad sorprendente, sigue con las mismas pautas del anterior y por eso no quiso tampoco mostrar el contrato.
-¿Dónde queda la soberanía energética y nacional con este tipo de contratos?
Lamentablemente nosotros hemos perdido nuestra soberanía. Tenemos una soberanía ficcional donde en los papeles y en los enunciados Argentina es un país soberano, pero no somos soberanos en la realidad. Ahora, para decir la verdad, tampoco en los papeles porque cualquier contrato que firmamos desde hace por lo menos 40 años la Argentina renuncia a su inmunidad soberana, prorroga la jurisdicción a jueces extranjeros. Argentina renuncia a la soberanía firmando estos contratos. Es decir, este contrato de YPF y Chevron es uno más de esa larga saga. El gobierno militar (de la última dictadura militar 1976-1983) modificó el código de procedimiento para permitir que ante cualquier conflicto el país pudiera prorrogar su jurisdicción. A partir de ese momento, todo contrato firmado fue sometido a la legislación extranjera y donde la Argentina renunció a esa soberanía. Es por eso que los fondos buitres quisieron muchas veces embargar montones de cosas del Estado (como la Fragata Libertad). Ningún país con soberanía real se somete a otro en cuestiones serias que hacen a la estructura de su economía. Desde 1983 no hubo un solo presidente que no se haya sometido firmando un contrato distinto al poder extranjero.
Fotos: Andrés Requena/LPO
Fuente: www.fetera.org.ar