Respecto de los nuevos índices que dio a conocer el INDEC el martes pasado, Cynthia Pok, quien es Secretaria de Formación de la CTA Autónoma y participó activamente de la lucha contra la intervención que duró 9 años y ahora está a cargo, junto con su equipo, de la elaboración de estos indicadores, dialogó con ACTA sobre los aspectos más relevantes de la presentación.
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Por su parte Ricardo Peidro, Secretario Adjunto de la CTA Autónoma valoró la recuperación de las estadísticas públicas como una herramienta al servicio de la clase trabajadora: “Es fundamental la labor de los trabajadores del INDEC, con nuestra compañera Secretaria de Formación de la CTA, Cynthia Pok a la cabeza. Este trabajo de sistematizar y dar a conocer los índices de pobreza, y desocupación, son una verdadera herramienta que tenemos como clase para luchar por nuestros derechos”.
En entrevista exclusiva con ACTA, Pok explicó que el nuevo índice de desocupación es del 9,3%, que incluye una población de 1.165.000 personas: “es una situación crítica porque se refiere a las personas que están sin trabajo y están dedicadas a buscar activamente un puesto de trabajo”.
Junto con estas tasas, la dirigente destacó que en las nuevas condiciones de mercado de trabajo, la nombrada anteriormente es sólo una forma de desocupación. Hay otras situaciones igualmente críticas que tienen que ver con el momento de la búsqueda de empleo: “mientras las personas se encuentran buscando un nuevo trabajo, deben estar haciendo trabajos precarios, changas, o trabajos muy intensos pero mal remunerados, etcétera para satisfacer las necesidades de supervivencia. Esta es otra forma de expresión de la desocupación y su número es muy alarmante, ya que asciende al 15,7%, es decir 1.963.000 personas”.
Si sumamos las cifras que genera el desempleo abierto y lo que se conoce como ocupados demandantes de empleo, el total es de 3.128.000 personas que están presionando activamente para conseguir trabajo.
Por fuera de este conjunto, hay otro grupo de ocupados que aunque no busca activamente más trabajo u otro trabajo, está dispuesto a trabajar más tiempo. Entre estos tres grupos, caracterizados por distintos niveles de falta de trabajo, se encuentra el 31,2% de la población económicamente activa.
“Finalmente hay otro dato, de mucho interés para nuestra organización y es que de 8.600.000 asalariados, 2.850.000 no están registrados, es decir el 33,4%”, indicó Pok a la vez que recordó la vigencia de los preceptos históricos que guiaron la fundación de la Central en pleno neoliberalismo: “Hoy más que nunca, bajo este panorama, la CTA-A tiene que ir a sus fuentes donde desde muy temprano tuvo la definición de incorporar en su seno no sólo a los trabajadores activos, sino también a los desocupados y a los trabajadores no registrados, tercerizados y los que sufren otras formas de precarización laboral”.
Otros datos que se desprenden de la presentación son los que tienen que ver con la tasa de subocupados demandantes de empleo y de los subocupados no demandantes disponibles. Asimismo, el trabajo revela que la tasa de desocupación afecta más a las mujeres que a los varones y también a los jóvenes.
Ricardo Peidro reiteró el compromiso de la Central con la lucha de todos los trabajadores y trabajadoras precarizados y desocupados: “la CTA debe estar en la calle, acompañando los conflictos de los compañeros y peleando contra un modelo económico neoliberal que intenta transferir las ganancias de los que menos tienen a los grupos más concentrados, en una estrategia que es global.
Esta situación presenta especificidades en cada una de las regiones y provincias (Ver informe completo)