Con 92 años, murió este lunes el dirigente de la mítica CGT de los Argentinos. La CTA Autónoma expresó su profundo pesar ante el fallecimiento de Raimundo Ongaro, uno de los fundadores de la CGT de los Argentinos, una experiencia de lucha insoslayable en la historia del Movimiento Obrero Argentino. La consigna formulada por Ongaro: «Solo el pueblo salvará al pueblo», sigue siendo una bandera irrenunciable de nuestra CTA-A.
El marplatense Raimundo Ongaro fue secretario General del gremio de trabajadores de la industria gráfica y un referente sindical de las décadas del 60 y 70, crítico de la central dirigida por Augusto Timoteo Vandor -por su colaboracionismo con la dictadura de Onganía- y de las 62 organizaciones, del peronismo ortodoxo.
Este martes de 10 a 14 se le rendirá “homenaje de cuerpo presente” en el local de la Federación Gráfica Bonaerense, Paseo Colón 731 P1, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Ongaro marcó una época en el gremialismo nacional: Creó la CGT de los Argentinos, a fines de los 60, durante la dictadura de Juan Carlos Onganía. Fue de la llamada «línea combativa,» diferenciándose de los «dialoguistas» con el régimen. En mayo de 1975, su hijo Alfredo Máximo fue asesinado a balazos, crimen que se ajudicó a las bandas de la Triple A organizadas por José López Rega.
«Más vale honra sin sindicatos que sindicatos sin honra» y «Unirse desde abajo y organizarse combatiendo», fueron las consignas que encarnaron el espíritu clasista que le dieron origen a la CGT de los Argentinos en el Congreso Normalizador «Amado Olmos» del 28 al 30 de marzo de 1968. Emerge así una concepción clasista desde distintos sectores del activismo sindical. La CGT de los Argentinos fue el intento más concreto y audaz de conformar una organización de dimensión nacional capaz de expresar una clase obrera en transición, dispuesta a reformular sus instrumentos reivindicativos. Pero sobre todo un marco político para responder a la reestructuración del perfil de acumulación capitalista -y a su correspondiente sistema de poder institucional y disciplinamiento social- que supuso el golpe militar de junio de 1966.
Su acción en la CGTA fue representativa del ala revolucionaria del peronismo, en la línea inaugurada por John William Cooke; estuvo ligado a dirigentes sindicales peronistas, como Ricardo De Luca y Lorenzo Pepe, al igual que a periodistas y escritores como Rodolfo Walsh, Horacio Verbitsky y Rogelio García Lupo y a artistas gráficos como Ricardo Carpani, Fernando Pino Solanas y el vanguardista Grupo Cine Liberación. Con Walsh había colaborado en varios textos, y artículos conjuntos habían visto la luz en la revista Cristianismo y Revolución.
«Solo el pueblo salvará al pueblo»
Ongaro dio apoyo al alzamiento del Cordobazo, entre el 28 y el 30 de mayo de 1969. El 30 de junio del mismo año, pocas horas después de la muerte de Vandor, fue encarcelado por el Gobierno militar al igual que Agustín Tosco y Elpidio Torres, las principales figuras del Cordobazo. Estaría preso varios años, y a su salida organizaría el movimiento llamado Peronismo de Base.
Tras la muerte del general Perón, a fines de 1974 creó junto a otros sindicalistas combativos la Coordinara de Gremios, Comisiones Internas y Fábricas en Lucha por lo que fue detenido en 1975. Lo presionaron para que se fuera del país pero se negó y comenzó la persecución a su familia hasta que finalmente decidió exiliarse. Fue un largo y doloroso destierro en España con el peso del recuerdo de su hijo fusilado.
Al regresar en 1984, fue recibido por su gremio y volvió a ocupar un lugar ya no como conducción, sino más bien como referente histórico y ético, en la dirección de la Federación Gráfica Bonaerense, en cuya sede de Paseo Colón 731 hoy serán velados sus restos.
Fuente: ACTA