Este viernes 3 de junio, nuevamente la CTA Autónoma se movilizará en todas las plazas del país para expresar la inmensa preocupación por las múltiples formas de violencia que siguen sufriendo las mujeres y niñas y para exigir la urgente puesta en marcha de las leyes promulgadas, específicamente la 26.485 y la declaración de la Emergencia Nacional en Violencia de Género. ACTA habló con Alejandra Angriman, Secretaria de Género de la CTA-A.
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-¿Cuáles son las reivindicaciones de esta nueva movilización?
Nuevamente la CTA Autónoma, mujeres y varones, se movilizará en todas las plazas del país para expresar la inmensa preocupación por las múltiples formas de violencia que seguimos sufriendo las mujeres y niñas y para exigir la urgente puesta en marcha de las leyes promulgadas, específicamente la 26.485 y la declaración de la Emergencia Nacional en Violencia de Género.
Necesitamos políticas públicas que garanticen la autonomía personal y económica de las mujeres, refugios para quienes sufren amenazas, creación de puestos de trabajo para víctimas de violencia, modificaciones en los planes de educación y políticas de salud acordes. Por otro lado también se requieren programas especiales que den garantías a las mujeres víctimas de acoso sexual, para que no sean obligadas a abandonar sus trabajos y licencias especiales por violencia de género.
Pedimos la promoción de redes de profesionales con capacidad para enfrentar la complejidad y el carácter multidimensional del problema. En la práctica significa que los gobiernos en todos sus niveles deben financiar (construir, equipar y fortalecer) lugares para las mujeres y garantizar que la atención llegue a todas, porque lo que disponemos hoy es insuficiente, escaso y concentrado en las grandes ciudades.
Es indispensable además promover y realizar acciones de capacitación y formación de los profesionales que prestan asistencia a mujeres víctimas con el objetivo de garantizar una atención calificada y humanizada que evite la revictimización, el sufrimiento.
Necesitamos que en todo el país se promuevan campañas educativas sobre los derechos de las mujeres y donde se alerte sobre el machismo y las actitudes violentas de los varones, y se promueva a denunciar todos los actos de violencia.
-Y un cambio en la educación.
Entendemos que una herramienta fundamental para la prevención de la violencia contra las mujeres es una educación no sexista. Abordar temáticas relacionadas con los géneros y las desigualdades entre mujeres y hombres, el tratamiento del lugar del cuerpo y las diversas sexualidades en las escuelas permitirá ir construyendo sensibilidades que serán fundamento para una sociedad más inclusiva e igualitaria.
Además el Estado debe exigir a los medios de comunicación su compromiso en el combate contra la violencia y que éstos modifiquen la imagen que construyen y que refuerza la mercantilización del cuerpo de nuestros cuerpos. Finalmente, urge la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo presentada por todas las organizaciones que conformamos la Campaña Nacional por el aborto, legal, seguro y gratuito.
-¿Qué ha cambiado del 3 de junio del año pasado a éste?
Hablar de cambios frente a la dimensión de la lucha contra la violencia hacia las mujeres es complicado porque en términos de mujeres acosadas, violentadas, tratadas, muertas por abortos clandestinos y asesinadas por sus parejas o familiares, las estadísticas nos hablan de que hay más casos y nuevas realidades que afectan también a las niñas pequeñas que son las nuevas víctimas. Pero sí que hoy la pelea por la erradicación de la violencia machista y patriarcal está en el centro de atención del movimiento de mujeres como parte de la lucha por construir igualdad.
Las mujeres de la CTA Autónoma estamos involucradas con determinación y enorme compromiso. Hemos entendido la necesidad de construir un movimiento poderoso que sea capaz de apoyar y construir colectivamente iniciativas que avancen en la construcción de políticas públicas o en la implementación de las que ya existen para enfrentar la violencia. Entendimos también la urgente tarea de contribuir para la multiplicación del debate, formación, organización y autodefensa de las mujeres, que para nosotras es una herramienta poderosa e indispensable para la construcción de una nueva correlación de fuerzas y el avance del movimiento feminista.
Tenemos la convicción de que la posibilidad de enfrentar con eficacia la problemática de la violencia machista requiere de la actuación articulada entre las instituciones, los servicios públicos y los construidos por las comunidades y organizaciones de mujeres y de derechos humanos, con el objetivo de desarrollar estrategias efectivas de prevención y de políticas que garanticen nuestra autonomía y nuestros derechos.
-¿Cómo ayuda la toma de conciencia de toda la ciudadanía para frenar la violencia de género?
Los cambios culturales sabemos que son lentos, con niveles de resistencia y retrocesos, pero hoy podemos reconocer que la sociedad sabe de qué hablamos cuando denunciamos violencia de género.
Hay mayor comprensión de que la violencia machista es una demostración del poder de los hombres sobre las mujeres y que generalmente son justificadas con argumentos diversos pero que cada vez resultan más intolerables. Ya es difícil sostener que es un problema del ámbito privado y los medios se cuidan de calificar el asesinato de una mujer como crimen pasional.
Entendemos que hoy hay mayor conciencia que la violencia sexista está en todos los lugares donde convivimos hombres y mujeres: en las calles, en el trabajo, en las fábricas, en los barrios, en el campo, en las escuelas, en los espacios de juego, en el transporte público, en las universidades, en las redes sociales y que dentro de las casas ocurre con mayor frecuencia. Además ya no se oculta que la violencia está también en los movimientos sociales, en los sindicatos, partidos políticos, en las iglesias y que en estos lugares puede ser ejecutada por dirigentes, padres, religiosos, por personas antes consideradas fuera de cualquier sospecha. Este nuevo escenario seguramente posibilitará la implementación de diferentes estrategias que nos permitan avanzar en la construcción de esa nueva sociedad con la que soñamos.