Se acerca un nuevo aniversario del 1º de Mayo, y al igual que años atrás, los trabajadores y trabajadoras de la Argentina no tenemos muchos motivos de festejo. Esta afirmación se ve reflejada a la hora de ir al supermercado, de pagar los servicios que han aumentado abruptamente, o de comprar lo indispensables para nuestros hijos.
* Por Pablo Micheli, Secretario General de la CTA Autónoma
Pero también, sostengo esto porque hay datos oficiales que son realmente desalentadores. Según el Ministerio de Trabajo de la Nación, el 37% de los trabajadores se encuentra en calidad de “no registrado”, es decir, que se hallan en una situación de precariedad laboral alarmante, presos de la inestabilidad laboral y sin derechos a obra social, vacaciones, etc..
Del porcentaje restante, la mitad gana menos de $6.000 mensuales, muy por debajo de los $10.000 al mes que las consultoras establecen como línea de pobreza. Este dato también es preocupante, ya que aunque tengan un empleo registrado, siguen siendo pobres y con mucha dificultad para llegar a fin de mes. El otro 30% posee un salario que supera la línea de pobreza, pero allí también han campeado los despidos de los últimos meses, generando una situación de angustia ante la posibilidad de la pérdida del trabajo.
El gobierno nacional encabezado por el presidente Mauricio Macri ha promovido en solo cuatro meses una ola de despidos y suspensiones, tanto en el sector público como en el sector privado, que tiene el propósito de instalar el miedo en la clase trabajadora: los que tienen trabajo, pero tienen miedo a perderlo, y los que no poseen empleo y no tienen posibilidad de encontrarlo.
Mientras tanto, y aunque los Ministros y hasta el propio Presidente nieguen los despidos generalizados y siguen justificando los tarifazos, en los trabajadores y trabajadoras crece la desocupación y la pobreza. Esta última ha alcanzado ya al 35% de los argentinos, y un millón y medio de nuevos pobres se han incorporaron como consecuencia del ajuste impulsado por el gobierno nacional tal como lo denunció el Observatorio Social de la UCA hace unos días.
En este contexto, al sector más rico de la sociedad, ese 20 % de la población que se lleva el 50% del ingreso nacional, Macri solo les ha dado buenas noticias: les otorgó la baja de las retenciones agropecuarias, la eliminación de las retenciones a la mega minería contaminante, les ofrece grandes negocios con la bicicleta financiera donde el Banco Central les da LEBACS al 38% anual, les permite a los formadores de precios (grandes supermercados) que remarquen sin límites llevando la inflación al 20% en cuatro meses.
Como resultado de la combinación de estas medidas económicas crece en los “mercados financieros” el optimismo, mientras que en las familias trabajadoras crece la angustia y la preocupación y se complica el panorama social. Todo en el marco de una llamativa INDOLENCIA del gobierno de Macri por la difícil situación de los trabajadores y los humildes de nuestro país.
Ante esta situación, desde la CTA Autónoma hemos impulsado desde el primer momento todo tipo de acciones en defensa del trabajo y los salarios:
La masiva movilización de ATE del 24 de febrero contra los despidos en el sector público; Asistimos a las convocatorias realizadas por ambas cámaras del Congreso de la Nación llevando propuestas para evitar que se agrave la situación y planteando con urgencia la Ley de Emergencia Ocupacional, al igual que el 82% móvil, aumento de emergencia para trabajadores y jubilados, salario mínimo, vital y móvil igual a $16.000, derogación del impuesto al trabajo, entre otro puntos. Impulsamos paritarias libres y sin techo para que los salarios no pierdan su poder adquisitivo y convocamos al masivo Boicot a los supermercados y formadores de precios el pasado 7 de abril.
Por todo esto, el 29 de abril vamos en unidad en acción junto a otras Centrales, a una masiva movilización de la cual, en caso de seguir sin recibir respuestas del gobierno a nuestras demandas, podría surgir una convocatoria a un Paro Nacional para el mes de mayo.
No debemos caer en los cantos de sirena del capital internacional que nos quieren hacer creer que las cosas andarán bien si podemos endeudarnos afuera. Nosotros decimos que la única forma de construir una sociedad más justa es defendiendo a los trabajadores, peleando por un salario justo y exigiendo que los derechos laborales abarquen a todos y todas por igual.
Pablo Micheli Secretario General de la CTA Autónoma