En un febrero caliente para el movimiento obrero y la sociedad argentina, entrevistamos a José Rigane, secretario Adjunto de la CTA Autónoma para conocer su perspectiva de la actual coyuntura nacional de cara al segundo paro nacional en el gobierno de Macri, las definiciones paritarias y la política de unidad en acción que promueve la CTA.
-Macri parece querer entablar diálogo sólo con la CGT, ¿Cuál es el mensaje que quiere dar?
La decisión de Macri de convocar sólo a la CGT no es más que repetir la política de Cristina Kirchner, con la diferencia que Macri se jacto durante mucho tiempo de que iba a dialogar con todo el mundo, que no solo se iba a sentar con los que le dicen a todo que sí, no porque yo piense que la CGT vaya a hacer eso, sino que Macri para hacer la diferencia con un gobierno como el kirchnerismo que solo hablaba con los amigos, que no era capaz de sentarse con aquellos que pensaban diferente, se ufanó de que iba a hacer algo diferente, más allá de que había muchos que no le creyéramos. Macri está repitiendo ese escenario, llama a la CGT pero no llama a la CTA. Está claro que defiende el unicato sindical y no le interesa la democracia sindical. Con esto también trata de enviar una señal al empresariado y a los grupos multinacionales; hay una subestimación de los movimientos sociales y de organizaciones como la CTA, con lo que se confirma que la idea de amigo-enemigo sigue presente y se mantendrá en la iniciativa de este gobierno. Es un error político muy grave.
-Recientemente se realizó una reunión entre los titulares de las dos CTA en donde vos estuviste presente, ¿fue un paso hacia la unificación de la CTA?
La reunión con Yasky fue un paso para desarrollar la unidad de acción con sectores que se han venido manifestando integralmente kirchneristas y que en nuestra opinión, en ese movimiento, dejaron de tener la autonomía imprescindible y necesaria que debe tener toda organización de los trabajadores para ir en búsqueda de los derechos y reivindicaciones que necesiten en cada caso los trabajadores como clase. La reunión con este sector simplemente significó hablar de lo que se podría hacer en tanto y en cuanto los objetivos y los planteos sean comunes a ambos sectores en esta coyuntura. Y todo lo que se pueda hacer, en virtud del nivel de desconfianza y del desarrollo de la confrontación que hubo desde 2010 a la fecha, solo se puede implementar a partir del diálogo transparente, planteando acuerdos y diferencias. Eso es unidad en la acción. No hay otra cosa, no hay otra propuesta que no tenga que ver con juntar voluntades, aunar criterios y sumar fuerzas en una misma dirección para avanzar en contra de esta nueva ofensiva del capital hacia los trabajadores en el actual gobierno de Macri.
-¿Cuál es tu reflexión sobre este acercamiento entre las dos CTA luego de este proceso de división que se transitó?
Primero hay que establecer que se hace imprescindible aunar fuerzas contra las políticas antipolulares que está desarrollando el gobierno de Macri, iniciativas del poder con el objetivo centrar de producir la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y que los sectores que concentran y centralizan poder lo sigan haciendo y en mayor cantidad. Entonces, si nosotros hemos sido capaces de desarrollar la unidad en acción con la CGT, Moyano y otros dirigentes, que no forman parte del nuevo modelo sindical y que al contrario representan el unicato y otros objetivos de desarrollo del movimiento obrero, no está mal hacer intentos de trabajar con algunos aspectos en la calle de común acuerdo. Pero en lo personal no creo que en esta etapa represente algo más, porque hay una historia y ha habido poca reflexión sobre el pasado y sin eso es difícil aventurar cuestiones conjuntas en el futuro que superen las iniciativas de unidad en la acción.
-¿Es posible avanzar en esa unidad de acción sin hacer un balance del kirchnerismo?
La unidad de acción se puede desarrollar, insisto, en tanto y en cuanto este motivada por la acción en la calle ya que no existe por ahora otra forma de confrontar con las políticas de Macri. Es cierto que la unidad en acción podría profundizarce si desde el ámbito de quienes representan al kirchnerismo tuviesen la capacidad de reconocer autocríticamente las cuestiones que no han estado bien en el gobierno anterior y que además, en nuestro caso, perduran como reivindicaciones para con este gobierno. Los mismos problemas que planteábamos con el anterior gobierno son los que vamos a seguir planteando ahora, algunos de ellos profundizados con las políticas adoptadas por el gobierno de Macri. La autocrítica de los sectores kirchneristas facilitaría mucho más esa posibilidad de superar la unidad en acción, la falta de crítica hace por ejemplo que reivindicaciones que han sido permanente repudiadas por vastos sectores de la comunidad argentina, como la oposición a la Ley Antiterrorista que el propio gobierno kirchnerista votó. Hoy estos sectores afines al gobierno anterior se encuentran con una situación que no es fácil sostener, pero que sería necesario reconocer hoy que ayer sí se equivocaron. Creo que eso ayudaría, pero creo igual que se puede trabajar y seguir avanzando, pero es entendible que sin esa autocritica, la especulación y la desconfianza va a ser difíciles de dejar atrás y todo esto toma más carácter de acuerdos coyunturales y puntuales.
-¿Qué significación tiene el paro de ATE en este contexto?
El paro de ATE tiene una altísima significación porque es la convocatoria de uno de los gremios más representativos a nivel del estado nacional, provincial y municipal que convoca a un paro nacional, el segundo en la era Macri, en 60 días, por la cantidad de despidos que está produciendo este gobierno en la que ha decidido primero echar y después analizar. Nosotros creemos que es absolutamente al revés, se trata de primero analizar y después en todo caso adoptar decisiones sin yerros, sin equivocaciones, si es que la tienen que tomar. Pero lo que no se puede hacer es lo que está haciendo el gobierno, donde primero hecha y después se pone a analizar. No es lo mismo estar con o sin trabajo, eso lo saben perfectamente bien, entonces en esto de tratar de confundir a todo el mundo con ñoqui, y tratar de confundir que todos con que terminaron consiguiendo su puesto de trabajo por ser militante k es una mentira y es un mecanismo que se está utilizando para hacer un achique real y concreto de los empleados en el estado. Y lo más grave es que este gobierno no adopta ninguna medida contra la precarización siendo que el estado es el principal precarizador, no solo por los contratos sino porque no se cumplen con lo que significa la estabilidad y una relación de dependencia y estable. Está muy bien lo que hace ATE visto desde afuera y está muy bien porque además va a recibir el apoyo de todos los sectores que ven en la política de Macri un enemigo común. Hay que estar atentos y alertas porque lo que hoy le pasa a un gremio como ATE le puede pasar mañana otra organización, sea del ámbito estatal o del privado.