inadiEn lo que va de gestión del nuevo gobierno, fueron despedidos más de 500 trabajadores en el Ministerio de Justicia. ACTA habló con la delegada general del ministerio, Isabel Vieyra de Abreu, sobre la situación de los trabajadores. De 9 mil trabajadores, sólo 1500 están en planta permanente.

* por Inés Hayes

«En el Ministerio de Justicia tenemos 500 despidos registrados. Estos últimos días despidieron a 60 compañeros y compañeras del INADI, del edificio central pero también de los observatorios en las provincias (Jujuy, Catamarca, Río Negro, Mendoza) y también en la Unidad de Información Financiera (UIF)», dijo en diálogo con ACTA la delegada general de la Cartera, Isabel Vieyra de Abreu.

La dirigente dijo además que los despidos son sin causa y que la mayoría de los compañeros y compañeras se enteraron por correo electrónico que se quedaban sin trabajo: «Les mandaron un mail informándoles que no fueran a trabajar porque los iban a despedir, son todos sin causa. Ellos dicen que no reúnen el perfil para ocupar esos cargos».

En relación a las modalidades de contratación, la mayoría de los trabajadores del Ministerio están precarizados: sólo 1500 de 9 mil son de planta permanente. «Hay trabajadores contratados, plantas transitorias, contratos UBA, tenemos muy poca planta permanente. Iba a haber concursos en noviembre y con el cambio de gobierno se dejaron sin hacer», explicó Abreu. La trabajadora delegada agregó: «Estamos en una mesa de negociación en el Ministerio de Justicia, pero en el mientras tanto hay paros, asambleas, radios abiertas, abrazos a los organismos. En el INADI están de paro desde el lunes, están todos en la planta baja sin trabajar».

Ajuste y desmantelamiento en la Unidad de Información Financiera

A menos de tres semanas de haber asumido funciones, las nuevas autoridades del organismo antilavado dejaron literalmente en la calle a 45 técnicos con sólida trayectoria en materia de investigación y fiscalización echando mano de los métodos más desalmados y abusivos.

Mariano Federici y María Eugenia Talerico fueron designados en sus cargos de Presidente y Vicepresidente respectivamente el 26 de enero de 2016. Tan solo una semana más tarde comenzó a cundir el pánico en el staff de la Unidad de Información Financiera mientras Federici viajaba a Mónaco para participar del plenario del Grupo Egmont.

Primero llegó el turno de algunos coordinadores y jefes de áreas operativas. A ellos previamente se los había entrevistado, se les había requerido informes y se los había elogiado por su predisposición e idoneidad para ocupar sus puestos. Sin embargo, apenas dos o tres días más tarde fueron despedidos sin previo aviso y sin causa por funcionarios que se habían incorporado recientemente al área de recursos humanos y que ni siquiera, a la fecha, han sido nombrados oficialmente.

“El día que me echaron, entraron tres personas a las que no había visto nunca en la oficina y sin saludar se dirigieron al despacho de la Dirección. Todos en el área nos pusimos muy tensos”, relató uno de los técnicos despedidos.

Apenas unas horas antes, Talerico había hecho su primer aparición en el área. Escogió para hacer su presentación una frase cargada de prejuicio hacia los empleados de la administración pública que dejó desconcertado al personal. Ella comenzó diciendo: “Qué sorpresa, no esperaba encontrar a nadie trabajando aquí…”

“En ese clima de desconcierto y nerviosismo, uno de los funcionarios sale del despacho y pronuncia mi nombre y apellido en voz bien alta buscando que me identifique. Entonces me hicieron pasar a la oficina, cerraron la puerta y me dieron la noticia de que a partir de ese momento no pertenecía más al organismo. En vano les expliqué mis antecedentes, habilidades, mis ganas de trabajar. Tampoco pudieron ensayar una explicación que me ayude a entender porqué después de tantos años me tenía que ir”, continúa contando el técnico.

Para entonces, su usuario y contraseña habían sido bloqueados y era seguido de cerca mientras recogía sus efectos personales y se despedía de sus colegas casi furtivamente.

Pero esto había sido apenas el comienzo. El staff de la UIF se enteraba por los medios que en opinión de Federici y Talerico el organismo estaba sobredimensionado. “En esos días leíamos en los diarios que nuestras autoridades comparaban nuestra UIF con otras de menor tamaño omitiendo maliciosamente mencionar que la UIF argentina ejerce facultades de supervisión, sanción, colabora con la Justicia y es querellante en causas de lavado de activos y/o financiación del terrorismo” comentaba otro de los técnicos expulsados. Algunos de los nuevos directores se regocijaban transmitiendo insistentemente que sólo iban a quedar los mejores.

Por los pasillos circulaban rumores permanentes de listas de técnicos que iban a ser cesanteados. Las delegadas de UPCN fingían reuniones para disuadir a las autoridades de continuar con los despidos. Así llegó el lunes 22 de febrero. Federici estaba regresando de París donde había viajado para participar del XXVII Plenario de GAFI. Quizás por teléfono o por whatsapp dio la orden para que oficiales de la Policía Federal cuya función es custodiar el organismo, ese día se aprestaran a cumplir una tarea excepcional. El lunes 22 Mariano Federici utilizó a la Policía Federal para que le impidiera a 15 técnicos especialistas en material de supervisión ingresar a su lugar de trabajo.

Simultáneamente las mismas escenas se repetían en el edificio central de la UIF ubicado en la calle Cerrito al 200 donde se impedía a analistas y expertos jurídicos tener acceso a sus oficinas.

Las agresivas medidas implementadas por Federici a menos de un mes de asumir en el cargo han tomado por sorpresa a propios y extraños. Sin duda la comunidad internacional de la cual forma parte desde hace mucho tiempo el ex abogado del FMI no tardará en distanciarse de métodos tan violentos como abusivos. En un contexto mundial donde las UIFs son llamadas a tener un rol cada vez más central en el combate de la criminalidad económica organizada, Argentina ha emprendido un camino a contramano. El personal injustamente despedido de la UIF que se ha formado y comprometido a lo largo de los últimos años para enfrentar a las mafias más peligrosas no se quedará de brazos cruzados.

Despidos en el INADI: Abrazo por los derechos humanos

Todavía en estado de asamblea permanente, por los 60 despidos injustificados, los y las trabajadoras del INADI convocaron a abrazar al organismo para defender las políticas de Derechos Humanos ante la embestidas del gobierno por desmantelarlas.

«En estos momentos los y las trabajadoras del INADI seguimos sin recibir ninguna respuesta oficial del Interventor Javier Buján y por lo tanto seguimos sosteniendo el paro que iniciamos el día lunes 29 de febrero, hasta tanto nos reciban y nos garanticen la reincorporación de nuestros compañeros y compañeras», dijeron los y las trabajadoras en un comunicado.

Con informes de www.atejusticia.org.ar

* Equipo de Comunicación de la CTA

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