El próximo viernes 4 de noviembre la CTA – Autónoma, encabezada por Pablo Micheli, la CTA de los Trabajadores, por Hugo Yasky, y distintos movimientos sociales vamos a realizar una Jornada Nacional de Protesta y Paro que se va a sentir en todo el país. En Buenos Aires, vamos a realizar una importante movilización a la Plaza de Mayo.
* Por José Rigane / Sec. Adjunto CTA Autónoma y Sec. General FeTERA
Protestamos y luchamos contra el ajuste porque creemos que es el único camino que tenemos los trabajadores/as para defender nuestra dignidad y nuestro derechos. Ambas CTA, la CTEP, Barrios de Pie, la CCC y diversas organizaciones que se van sumando actuaremos en unidad de acción por los reclamos de los trabajadores/as.
Las demandas que le venimos realizando al gobierno del presidente Mauricio Macri tienen que ver con la reapertura de las paritarias, el aumento de emergencia para los jubilados/as y planes sociales, la prohibición de los despidos y la eliminación del impuesto al salario, entre otros puntos.
Pedimos reabrir las paritarias porque el salario de los trabajadores/as se vio fuertemente golpeado en todo este 2016 producto de la inflación y devaluación. En concreto, la pérdida real del salario es de alrededor del 10% con una inflación que supera el 40%. Esto significa que nuestra capacidad salarial se vio disminuida este año producto de las políticas del gobierno nacional, donde la inflación y la devaluación sirvieron para beneficiar a los sectores concentrados de la economía y, al mismo tiempo, golpear a los trabajadores/as.
Por si fuera poco, Mauricio Macri y Jorge Triaca (ministro de Trabajo) ya dijeron que esta pérdida del salario en 2016 no será tenida en cuenta para las próximas paritarias de 2017.
Pedimos el aumento de emergencia para que la jubilación minima sea igual al Salario Mínimo, Vital y Móvil y, también, pedimos el aumento urgente para los beneficiarios/as de los planes sociales porque los precios de los productos de la canasta básica se fueron por las nubes. Aumentan los alimentos, los medicamentos, los servicios públicos con el tarifazo, el transporte, los alquileres, etc. pero no aumentan los salarios, ni las jubilaciones ni los planes sociales.
En este 2016 se incrementó de manera muy acelerada el costo de vida en general y la jubilación mínima sigue en 5.661 pesos (según el INDEC en septiembre la Canasta Básica Total, que define el nivel de pobreza para una familia tipo, fue de $12.637 y superó el monto de dos jubilaciones mínimas) y la Asignación Universal por Hijo es de 1.103 pesos.
La “pobreza cero”, sea como un objetivo concreto (como dijo Macri en campaña en 2015) o como un “rumbo” (como dijo Macri en 2016), es realmente imposible con esta política económica neoliberal, que ya llevó al 32,2% del pueblo a la pobreza, y va en aumento.
Pedimos la prohibición de los despidos en un año que se caracterizó por el aumento del desempleo. Primero fue principalmente en el estado, con el argumento de la “grasa militante”. Luego siguió el sector privado. En resumen, hoy tenemos una preocupante situación cotidiana donde los despidos, suspensiones y/o vacaciones anticipadas son noticias diarias.
Luego del veto a la Ley Antidespidos que firmó Mauricio Macri, queda demostrado que era una concreta necesidad establecer una ley que proteja a los trabajadores/as. Al mismo tiempo, quedó en blanco sobre negro que el veto fue, como mínimo, un fracaso, si es que realmente la intención del Poder Ejecutivo era impedir los despidos.
Pedimos la eliminación del impuesto al salario, como se lo reclamamos al anterior gobierno o este o el que fuese, porque creemos que es una demanda justa de los trabajadores/as. No nos cansamos de decir que el salario no es ganancia y que las ganancias hay que cobrárselas a los sectores concentrados de la economía. Lejos de esto, se le quitó retenciones al campo ya la minería, por sólo citar a estos sectores. En campaña, Macri dijo, y reafirmó una y otra vez, que iba a quitar el impuesto a las ganancias. Hoy eso no sucede.
El gobierno nacional esta realizando un ajuste con medidas económicas neoliberales, donde claramente se busca beneficiar a los poderosos del país, que son sectores principalmente extranjeros. Este ajuste perjudica a los trabajadores/as y al conjunto del pueblo. Es una vieja receta que en nuestro país ya la conocemos muy bien. Al neoliberalismo y sus políticas lo sufrimos los trabajadores/as.
Por todo esto, es muy importante que el movimiento obrero vaya avanzando en organización y en la lucha en la calle. Las organizaciones de los trabajadores/as no podemos mirar para el costado o poner por delante los intereses particulares de uno u otro color. La autonomía no significa mezquindad y la unidad de acción debe estar por delante de cualquier otra cosa. Creemos que al neoliberalismo se le responde con más organización y unidad de acción en la calle.
El 4 de noviembre vamos a protestar contra el ajuste con la herramienta más efectiva que tenemos los trabajadores/as que es la unidad de acción, en la calle e intentando que cada vez sean más los sectores que reclamen.
La CGT ha decidido sentarse a negociar con el gobierno por un bono de fin de año que no se acerca en nada a la defensa real del salario. Un acuerdo con el gobierno que no creemos que aporte en ninguna defensa del bolsillo de los asalariados/as.
Por el contrario, el gobierno, las patronales y la CGT acordaron un bono de 1.000 pesos para jubilados y beneficiarios de planes sociales y de 2.000 pesos para trabajadores/as que no es obligatorio y que se va a negociar sector por sector. Creemos que son migajas que el movimiento obrero no debe aceptar.
Al ajuste que el gobierno de Macri viene realizando, y donde nada indica que cambie de rumbo, se lo enfrente en la calle y en unidad de acción.
El 4 de noviembre todos/as a las plazas de todo el país y en Buenos aires, a las 14 horas, en Avenida de Mayo y 9 de Julio para marchar a la Plaza de Mayo.