Bajo la consigna “No hay urbanización sin el protagonismo de las mujeres”, el martes 25 de junio a las 11 horas las compañeras del Frente Salvador Herrera se movilizarán hacia el Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (IVC) -ubicado en Doctor Enrique Finochietto 435- para reclamar el reconocimiento integral y salarial del trabajo de las mujeres que se organizan en los barrios populares como veedoras y promotoras, para la construcción de un hábitat digno.
A continuación se difunde la gacetilla
de prensa elaborada por las compañeras:
“El próximo martes
25 de Junio, las compañeras del Frente Salvador Herrera CTA-A,
estaremos realizando la #MarchaDeMujeresPorTrabajoDigno. Esta marcha
se pone de pie para hablar de nosotras, de la forma en que vivimos, y
la que queremos vivir, en los barrios populares de la Ciudad más
rica del país.
Desde hace ya algún tiempo, la Ciudad de
Buenos Aires pregona estar en un proceso de Integración Social y
Urbana de las villas que nos encontramos en la Capital del país. Esa
Integración, suponía, o supone, espacios participativos que
incluyan a quienes vivimos en los barrios históricamente marginados
de la Ciudad. Lo cierto es que esto ha sucedido de manera parcial y a
voluntad del detentador del poder de turno.
Entendemos que un
proceso de inclusión real admite que nuestras voces sean oídas
tanto en el relevamiento, planeamiento, ejecución y evaluación de
las obras que se están llevando a cabo en nuestros pasillos,
hogares, espacios públicos, y en todo aquello que implica y afecta
nuestro buen vivir. Un proceso de inclusión real democratiza, no
solo el proceso de toma de decisión, sino que también reconoce el
trabajo que implican estas tareas.
Planteamos una postura
crítica ante este proceso, que al día de hoy, sólo se materializa
en la contratación de nuestros pibes a los efectos de seguridad y
zanjeo de las obras. Sin desmerecer la tarea, decimos que eso
pretende desmerecer la inteligencia de los sectores populares para
ser partícipes plenos de algo que hacemos diariamente: construir,
producir, trabajar, pero también pensar y soñar el presente y el
futuro que queremos vivir.
Demandamos una inclusión real,
porque como hemos aprendido, en este caso también, eso que llaman
amor, es trabajo no pago.
Exigimos el reconocimiento efectivo
de nuestras tareas cotidianas, porque es cotidiano el hacer; y porque
hemos aprendido a diferenciar el amor de las tareas que realizamos
para reparar las brechas sociales que deja la ausencia del Estado en
el barrio.
Nosotras, las mujeres que marchamos el 25J,
exigimos ser parte real del proceso de urbanización que se lleva a
cabo en nuestros barrios. Porque nos hemos capacitado como veedoras
de obra. Porque hemos relevado las necesidades de los espacios
públicos y hemos realizado propuestas en reiteradas ocasiones a fin
de mejorar la vida en nuestros barrios.
Exigimos que esa
tarea, sea también reconocida como trabajo, y que ese sea, trabajo
digno. Porque entendemos que no es solamente una cuestión de paridad
a cumplir con la normativa, es el reconocimiento de un derecho
históricamente negado bajo el velo del desconocimiento machista y
patriarcal a las tareas de las mujeres. En un contexto marcado por la
precarización, donde según el INDEC la desocupación ya alcanza un
10.01%, exigimos que se reconozca la tarea en que ponemos tiempo de
vida, porque de otra forma, se sigue profundizando la brecha de
desigualdad y la feminización de la pobreza.
Nosotras, las
mujeres, hemos aprendido a cambiar la historia a fuerza de empuje
colectivo. Y aunque no quieran nombrarnos, ni reconocer/nos, acá
estamos, para que nos vean. Y ahora que estamos juntas y que sí nos
ven, deberán dar respuesta. Aprendimos a no claudicar en este
proceso que aunque es largo, más temprano que tarde, nos visibiliza
y nos permite dar vuelta nuestras condiciones de vida.
Nosotras,
no nos vamos. No nos vamos hasta que nos vean. Hasta que reconozcan
lo que nos corresponde. Hasta que todo sea como soñamos.
Compañeras
del FrenteSalvadorHerrera”