Al menos 1285 puestos de trabajo se perdieron en el último año en los medios de comunicación sólo en la Ciudad de Buenos Aires.
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Las modalidades a través de las cuales empresarios de todo color avanzaron sobre nuestros puestos de trabajo fueron desde despidos hasta cierre de medios, vaciamientos y estafas como en el tristemente célebre ejemplo del Grupo 23 de Szpolski, Garfunkel y Richarte apañado por el Estado tanto en su versión kirchnerista como macrista, o los retiros “voluntarios” –que en AGEA Clarín implicaron alrededor de 280 puestos de trabajo menos- como presión y medida de ajuste y de precarización laboral ya que menos trabajadores realizan las tareas que antes realizaban con una planta mayor.
El 71% de esos 1285 puestos de trabajo se perdieron durante la primera mitad del año. En la cifra, no se contempla la estrategia que nos dimos los/as trabajadores/as para sortear esta terrible situación, como los ejemplares casos de Tiempo Argentino, Infonews o El Argentino Zona Norte, en donde 135 trabajadores y trabajadoras lograron sostener su fuente laboral a partir de autogestionar sus medios, editando el diario de manera semanal en el primer caso y de manera digital en los tres medios.
Cada puesto de trabajo que se pierde es una familia que sufre
Para nosotros/as estos cuadros no son cifras: cada uno de esos puestos de trabajo menos es una familia que terminó el año sin su sustento fundamental. Y eso nos duele muchísimo. Hacemos responsable de esta trágica situación en primer lugar a los empresarios corruptos y vaciadores, de todos los colores, vinculados a cualquier gobierno, partido político o poder económico, pero también al Estado que no tuvo ninguna política para que esos estafadores sean quienes paguen las consecuencias de los negocios que hicieron durante años. Por último, también debemos remarcar la complicidad de la burocracia sindical de la UTPBA que durante años apañó a los/as empresarios y desprotegió a los/as trabajadores.
En las pocas empresas en donde el viejo sindicato sostuvo su inserción los despidos no fueron enfrentados con lucha y en los casos que eso se hizo fue exclusivamente por la disposición de sus delegados gremiales o de compañeros y compañeras desde sus Asambleas sin el apoyo de esa estructura, que no es más que un sello que opera para legitimar a los empresarios contra los intereses de las y los trabajadores.
El ajuste salarial y el avance en la precarización
Los despidos impactan, en primer lugar, sobre las familias que pierden su sustento económico. Pero también sobre el conjunto del gremio, porque eso viene acompañado de una flexibilización en donde las tareas que deja de realizar el trabajador despedido la tiene que realizar otro. Además es un ataque frontal contra nuestra esencia como trabajadores/as e inevitablemente nos pone a la defensiva: los empresarios buscan que en lugar de discutir cuestiones como las condiciones laborales o los salarios nos contentemos con defender nuestros puestos de trabajo. Para peor, la UTPBA firmó con las cámaras de prensa escrita el peor acuerdo del país en las paritarias 2016 lo que implica un ajuste terrible sobre los bolsillos de los/as trabajadores/as de prensa.
La importancia de organizarse sindicalmente en el SiPreBA
Las pocas batallas triunfantes para los trabajadores de prensa se dieron allí donde el SiPreBA logró constituirse a partir de las asambleas y las Comisiones Internas que se consolidaron con el apoyo del resto del gremio de prensa a través de su sindicato. Las mejoras en la paritaria de prensa escrita, como el caso de Página/12 o Publiexpress, en donde se realizaron paros y reiteradas asambleas, respectivamente, o las paritarias firmadas muy por encima de las acordadas por la UTPBA, como es el caso de la TV Pública (38%) o Telefé (34% más un bono de 10 mil pesos), el pase a planta de compañeros/as contratados/as como en la Agencia Télam, la defensa de los puestos de trabajo como en la planta Zepita de Clarín en donde fue reincorporado el delegado Alejandro Ontivero (a quien la empresa se negaba a reconocer como tal) son todas conquistas de nuestro sindicato que, además, realizó elecciones en numerosas empresas renovando los mandatos y eligiendo nuevos delegados/as (Perfil, Canal 13- TN, Télam, Clarín, TV Pública, Telefé, Infobae, El Cronista, Editorial Atlántida, Agencia DyN, Noticias Argentinas, Radio El Mundo, Splendid y Del Plata, Agencia DPA).
Para poder enfrentar este contexto y volver a pelear por una real recomposición salarial al tiempo que sostenemos nuestras fuentes de trabajo es imprescindible afiliarse al SiPreBA y consolidarlo desde cada lugar de trabajo, las Asambleas y las Comisiones Gremiales Internas.
Nuestro compromiso es profundizar la lucha y la organización en cada empresa para que 2017 nos encuentre en mejores condiciones para enfrentar lo que haya que enfrentar.
*El relevamiento está hecho en base a la información que brindaron delegados/as gremiales así como compañeros/as que trabajan o trabajaban en cada uno de estos medios. No tiene en cuenta las fuentes de trabajo que se generaron (ya sea por nuevas incorporaciones o a través de la autogestión como en los casos de Tiempo Argentino, Infonews y El Argentino Zona Norte) ni los puestos de trabajo que no se recuperaron luego de jubilaciones. En el caso de Radio Madres si bien el medio no cerró los/as trabajadores/as dejaron de percibir su salario. En el caso de 360 TV los 40 retiros aún no fueron pagados. Por último, la gran mayoría de los puestos de trabajo que se perdieron son trabajadores/as bajo convenio de prensa pero también existen situaciones de precarización laboral, de mal encuadramiento o bien compañeros/as de televisión, operadores de radio y/o locutores que desarrollaban también tareas de prensa (como en el caso de CN23, Crónica TV, Canal 26, Radio América, entre otros).
Fuente: www.sipreba.org